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Un set al subcampeón

  • España vuelve a dejar una excelente imagen con Luis Enrique al avasallar a la reciente finalista del Mundial

  • La selección ofreció una lección de juego dinámico y de llegadas al gol

La nueva selección española de Luis Enrique deslumbró en su presentación en casa con una humillante goleada a una Croacia desconocida que sufrió el peor resultado en 308 partidos jugados en toda su historia.

El encuentro, correspondiente a la segunda jornada de la Liga de Naciones, fue un paseo para una España que plasmó su amplia superioridad con los goles de Saúl Ñíguez, Marco Asensio, el guardameta Kalinic en propia puerta, Rodrigo, Sergio Ramos e Isco.

Lo cierto es que nada de lo que sucedió en el primer tramo del encuentro hizo presagiar lo que ocurriría después. Durante 20 minutos, España sufrió un mareo ante los desbordes de la subcampeona del mundo, que vio franca la autopista que ofreció el debutante Gayá en la banda izquierda. Rakitic, que vivió de mala manera los 100 partidos con su selección, mandó fuera por poco un gran disparo y Santini erró lo impensable a cuatro metros de De Gea.

Pero el combinado nacional marcó a los 23 minutos en su primer remate. Fue en una jugada extraordinaria, con un balón abierto a Carvajal, un preciso centro del lateral con el exterior y un cabezazo impecable de Saúl Ñíguez llegando desde atrás. El centrocampista del Atlético no jugó un solo minuto en el último Mundial de Rusia y lleva dos goles con Luis Enrique. Ya se siente imprescindible en el equipo.

Lo siguiente que hizo España fue ampliar la cuenta. A los 33 minutos, Croacia regaló un balón prohibido y Marco Asensio, otro futbolista infrautilizado en el Mundial, soltó un tremendo latigazo desde la frontal para hacer el segundo. El madridista marcó su primer gol con su selección. Tiene un cañón en su zurda.

Y así lo volvió a evidenciar a los 35 minutos. Le llegó otro balón en la frontal, lanzó otro pelotazo, el cuero dio en el larguero, rebotó en Kalinic y entró en la portería.

Así es la nueva selección de Luis Enrique: menos retórica, pero mucho más concreta, alejada de ese estilo plomizo que exhibió en el Mundial, ese cúmulo de pases que la llevó al fracaso. Tres ocasiones, tres goles. Y con otro debutante, Dani Ceballos, demostrando que puede ser importante.

La subcampeona del mundo quedó desplomada ante los aguijonazos recibidos y desactivado su primoroso centro del campo con Modric y Rakitic dejando muy poco. Y mucho menos Kovacic, quien se fue del Real Madrid reclamando un protagonismo al que de momento no se hace acreedor.

Con el choque ya decidido, faltaba por ver qué ofrecería la segunda parte. Y ocurrió que España quiso más ante una Croacia demolida, sin juego ni orgullo.

El cuarto gol llegó a los 49 minutos con un pase filtrado de Marco Asensio para que Rodrigo definiera ante un transparente Kalinic. Y en plena zozobra forastera, España hizo el quinto a los 57 minutos de la forma más sencilla posible: saque de esquina y cabezazo regalado para Sergio Ramos. Cinco disparos entre palos y cinco goles.

Un minuto después, Luis Enrique quitó a Busquets para poner a Rodri. Así, España jugó sin un solo futbolista del Barcelona por primera vez desde 2006 con Luis Aragonés. Algo está cambiando.

Uno de los seis jugadores del Madrid en la selección, Isco, fue el encargado de firmar el sexto gol en una jugada de extremo talento que concluyó con un disparo con la diestra. Croacia no sabía dónde meterse, la antítesis de aquel equipo admirable del Mundial.

El estadio Martínez Valero de Elche vibró con su equipo con un resultado y despliegue que vuelven a ilusionar a una hinchada deseosa de volver a ver un equipo ganador. Lo consiguió Luis Enrique en apenas dos partidos. Tanto en tan poco tiempo. "¡Luis Enrique, Luis Enrique!", acabaron gritando los aficionados españoles.

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