La crónica

Lunes de Feria de Jerez: una sesión vespertina

Una joven posa para una fotografía en la Feria de Jerez.

Una joven posa para una fotografía en la Feria de Jerez. / Miguel Ángel González

Faltan unos minutos para las dos de la tarde. Una francesa se aproxima a uno de los autobuses urbanos que se encuentran parados en la Rotonda de los Casinos y le pregunta al chófer: “¿Au feria?”. Con un gesto con su mano, el conductor no necesita más comunicación. Tras ella suben otros cuatro franceses dispuestos a pasar un día de Feria del Caballo.

Su indumentaria les delata que están de vacaciones por estas latitudes. Son pocos los que, con conocimiento de causa, van a la Feria de la misma manera que se va a tomar algo en un chiringuito de la playa de Valdelagrana. Pero, en cierto modo, esa es la grandeza de la Feria; el dress code acaba pasando desapercibido una vez se adentren en el González Hontoria.

Eso sí, se convierten rápidamente en objetivo fácil de aquellos que se ganan su sustento alquilando coches de caballos. Ha sido coger un mapa en la oficina de turismo habilitada junto a la puerta de la explanada de la avenida Domecq y pisar unos metros de albero cuando ya se les han ofrecido varios paseos a caballo. Esos son solo los primeros de muchos ofrecimientos que seguramente tendrán a lo largo de la jornada. 

A esa hora, el sol aprieta, y bien fuerte. Ya hay gente en la Feria, pero muchos buscan el refugio de las casetas. A pesar de ser festivo, son contadas las que no tienen una mesa donde poder sentarse, lejos de las grandes aglomeraciones producidas tanto en la noche del sábado como en el mediodía del domingo. Los hay que también han optado por almorzar en los bares de alrededor del recinto ferial o, incluso, en los pocos locales que hay abiertos en el centro de la ciudad.

Un paseo en coche de caballo por la Feria. Un paseo en coche de caballo por la Feria.

Un paseo en coche de caballo por la Feria. / Miguel Ángel González

A esa hora, también hay intrépidos que se aventuran a adentrarse en la explanada de las atracciones. A eso de las tres de la tarde hay algunas que, ni siquiera, han abierto pues no les merece abrir tan pronto. Aún queda bastante jornada para poder salvar el día.

Sí hay padres que retan al calor y acuden con sus hijos para montarlos en los ‘cacharritos’. Es el caso de un grupo de padres de una guardería que han aprovechado el día festivo para hacer juntos un día de convivencia. Apelan al estoicismo regado con una jarra de rebujito para aguantar el tiempo que los más pequeños de la casa quieran estar montados. En la Feria hay tiempo para todos.

Por cierto, continúa habiendo huecos en la explanada de las atracciones. Los feriantes más rezagados montaron sus negocios entre la noche del domingo y la mañana de este lunes; pero sigue habiendo espacios libres que en ediciones prepandemia no había.

Vacíos en la zona de atracciones del González Hontoria. Vacíos en la zona de atracciones del González Hontoria.

Vacíos en la zona de atracciones del González Hontoria. / Miguel Ángel González

Como en muchos otros días, el gentío empieza a entrar en masa ya avanzada la tarde una vez que la sombra empieza a adueñarse de las calles del González Hontoria. El paseo de caballistas también se va llenando, no solo de coches de caballos de alquiler sino de jinetes y amazonas que les gusta mostrar sus caballos y yeguas.

Mientras avanzan las horas, las mesas se van vaciando de platos con frituras y serranitos para dejar sitio a macetas y vasos. Y el baile, que empieza por las sevillanas, acaba con el último éxito colgado en Spotify. Aunque la ordenanza municipal que regula la Feria establezca la obligación de que la música que suene en las casetas “debe estar enmarcada dentro del estilo flamenco” hasta las doce de la noche, se pueden contar aquellas que cumplen con esta obligación.

Avanza la tarde y algún que otro famoso se deja ver por la Feria. Al portero de fútbol Pepe Reina, la periodista Sara Carbonero o la cantante Niña Pastori se les ve disfrutando de la Feria del Caballo. Eso sí, da la sensación de que ha habido días previos con una mayor afluencia en el recinto ferial. Este martes vuelve a ser día laborable y Jerez ya lleva dos días y tres noches viviendo intensamente la Feria del reencuentro. Aún queda fiesta por delante. 

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