Feria de Jerez

Declarado el 'Estado de Fiesta'

  • La alcaldesa cede a las organizaciones que ayudan a los necesitados el honor de inaugurar el alumbrado en la primera edición de la presente legislatura. Los recortes alcanzan hasta a los 'pines' y a los abanicos

A menos que se tuerzan mucho los planes, los fuegos artificiales volverán el año que viene a la Feria. Así al menos lo mantiene la alcaldesa, María José García-Pelayo, que destacó ayer que la edición de este año tendrá un déficit mínimo. Si se cumplen sus ambiciones sería una buena señal pues significaría que la economía se ha recuperado o, al menos, ha dejado de caer. Algo es algo.

La alcaldesa renunció ayer al honor de encender el alumbrado de su segunda Feria del Caballo  (la primera fue en 2004). En vez de figurar como ‘pulsadora’ cedió el honor a representantes de diversos colectivos sociales de la ciudad que fueron anoche los encargados de dotar del luz al González Hontoria. Se trató de colectivos como Accem (inmigrantes), el Comedor ‘El Salvador’, San Juan Grande, Cruz Roja, SOJE, Asfacesje, Banco de Alimentos, Hogar ‘La Salle’, ‘Puertas Abiertas’, ‘Voluntariado Libre’ y ‘Sol Rural’, entre otros. La alcaldesa, acompañada de su equipo de gobierno, presidió el acto que se inició a las 22 horas en el Templete Municipal ante mucho público aunque menos numeroso que cuando la fiesta se iniciaba en festivo (domingo).

La delegada de Bienestar Social, Isabel Paredes, quiso destacar, sobre el hecho de que el pulsador fuera cedido a los colectivos que ayudan a miles de jerezanos, que “con este gesto el Ayuntamiento desea reconocer el compromiso y la labor social de estas organizaciones por la ciudadanía de Jerez”.

Vayamos al comienzo de la fiesta: que la cosa está corta, más bien habría que decir ‘canina’, queda absolutamente claro. Por no hacer alardes  no fue ni la Banda Municipal. Quienes sí estuvieron fueron trabajadores y sus familias pidiendo cobrar. Sus gritos quedaron apagados entre los aplausos de la multitud cuando el cielo se iluminó. Este año, además de un 30% menos de bombillas y un importante recorte de 300.000 euros en la dotación económica, tampoco habrá pines conmemorativos (esos que tanto gustaban repartir los concejales de todo color y signo) y tampoco abanicos (y eso que se esperan hasta 35º durante la fiesta. O lo que es lo mismo: más de 40º en la escala ‘bajo lona’). 

No están los tiempos para dispendios y la Feria del Caballo 2012 va ser un perfecto ejemplo. Eso sí, la alcaldesa no se cansa de repetir que “el año que viene todo irá mucho mejor". ¡Ojalá esté en lo cierto!

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