Feria de Jerez

Ignacio Sánchez-Ibargüen y Jerez se llevan los 'Sombreros de Oro'

  • Tarde calurosa pero agradable en la caseta de González Byass, donde la Asociación del Sombrero de Ala Ancha entregó sus premios

Tarde infernal en la plaza y fuera de los toldos de la caseta ferial de 1900 de González Byass. Entrada: Todo el papel vendido, con un lleno que abarrotaba el recinto. Incidencias: Sentido homenaje por boca de Ignacio Sánchez-Ibargüen al poeta y ganadero Fernando Villalón. Ovación y vuelta al ruedo. Todos contentos.

Celebraba ayer la Asociación del Sombrero de Ala Ancha jerezano su sexta edición para premiar con su Sombrero de Oro a uno de nuestros más antiguos garrochistas, Ignacio Sánchez-Ibargüen Benjumea, conde de Miraflores de los Ángeles, y, al tiempo, a 'La muy noble y leal ciudad de Jerez', galardón que recogió nuestra alcaldesa María José García -Pelayo.

En ese ambiente de sofoco, se sucedieron las intervenciones: Primero fue Javier Benítez, que alumbró estos premios junto a su primo Fernando Romero, vicepresidente del colectivo que persigue algo tan loable como es el mantenimiento y divulgación de nuestras costumbres. Y ese sombrero de ala ancha es una de ellas. Mauricio González Gordon pronunció diplomáticas palabras como anfitrión. Tocó después el turno a Alvarito Domecq, que sigue el hombre como siempre. Es el presidente de la asociación, una acertada elección para un hombre que dice estar "enamorado de este sombrero". Elogió después al homenajeado Ignacio, "ese garrochista y gran amigo, con quien corrí en la infancia. Y ya usaba el sombrero de ala ancha, la insignia del caballero andaluz".

En la distancia corta, fuera de micrófonos, Ignacio, el conde de Miraflores de los Ángeles, es un tipo divertido. Andaba ayer feliz, con su sombrero oscuro; todos le paraban, le comentaban alguna historieta o, simplemente, le saludaban. Ignacio vive en Sevilla pero es un profundo enamorado de Jerez. Cuando le tocó pronunciar las palabras de agradecimiento, se limitó a apuntar con el dedo a sus padres, abuelos y caballos que le habían enseñado a colocarse un sombrero de ala ancha. "Desde chico lo uso -contaba graciosamente-. Íbamos a la Feria y mi padre, por detrás, nos decía: 'Niño, así, así se pone...'" Desveló luego lo que lleva en ese sombrero: su España, su país, la Virgen del Rocío y a Jerez. A Jerez y sus amigos, claro. Y ya por fin, puso al personal con carne de gallina recordando aquellos versos sobre Jerez del ganadero Villalón, el poeta de Andalucía la Baja.

El punto y final lo puso María José García-Pelayo. La asociación quería así reconocer los valores de los jerezanos en el mundo del caballo y la difusión de nuestras costumbres. La alcaldesa dedicó el galardón a todos los jerezanos y jerezanas que habían contribuido a que Jerez sea como es y dijo que "el Ayuntamiento siempre estará al lado de aquellos que promuevan la conservación de nuestras costumbres", entre ellas la del sombrero de ala ancha, que por cierto ayer se dejaron ver más en número.

En fin, todos contentos y caras conocidas, especialmente del mundo taurino y ganadero: Nicolás Domecq, su hermano Humberto, Luis Erquicia Domecq, Felipe Morenés, Luis Domecq Domecq, Ricardo Gallardo, ganadero de Fuente Imbro, Jerónimo Sánchez-Ibargüen, primogénito de Ignacio, Gonzalo del Río, Jaime González-Gordon, Michi Primo de Rivera, representantes municipales y hasta un toque artístico con la presencia de Paco Cepero y su mujer Chari...

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