Corrida de rejones

Portazo de Bohórquez y Ventura

  • La corrida del arte ecuestre abre la vertiente taurina de la Feria del Caballo Lección magistral del jinete jerezano y una espectacular réplica del rejoneador de La Puebla

Ventura fue el triunfador numérico de una tarde en la que brilló la calidad del rejoneo de Bohórquez ante una corrida de toros de la casa muy potable y apta para un espectáculo que se saldó con pocas orejas, a la vista de las posibilidades que ofreció el noble encierro murubeño.

Y si no hubo orejas fue por el manejo de los rejones de muerte, aunque ello no fue óbice para que Ventura en el quinto recibiera un segundo trofeo que debe a que el palco no aguantó la presión de los orejeros, que contaban con la complicidad pueblerina de un banderillero que remoloneaba en cortar la primera oreja, parando al tiro de mulillas, para que arreciara la petición.

Mañas de plaza portátil no son de recibo para Jerez: en el toreo se está perdiendo todo. Menos mal que no se perdió la torería ecuestre, el aroma, la lidia bien concebida y mejor temperada, por lo menos se vio ayer en la arena con Fermín de protagonista.

Porque si Ventura puso la audacia, la espectacularidad de sus monturas y el vértigo de arrimar el toro a dos dedos de la cincha, Bohórquez puso en su primero sentido de la lidia y toreó sus dos toros buscando obsesivamente el embroque en los medios.

Toda una lección de lidia ecuestre del jerezano en el toro que abrió plaza, noble, dócil y manejable aunque paradito, ya que había que llegarle. Desde que lo corrió, paró y fijó para el único rejón de castigo hasta que Fermín citaba para la suerte suprema, se sucedió un relato con argumento, una lidia coherente y una labor creciente, con una presencia casi solemne en la plaza.

También tuvo sentido de la lidia Ventura con el manso segundo, toro que escapaba a chiqueros. Esta vez brillaron los recursos del torero para fijar a contraquerencia al toro y cómo lo enceló con "Nazarí", hasta cuajar una gran labor que falló con el rejón de muerte, imprescindible guinda de todo pastel.

Sonaron palmas por bulerías para Fermín antes de soltarse el cuarto, toro de clásica y bonita acometida murubeña aunque desistía tras la galopada. De nuevo Fermín buscando el encuentro en el terreno que marcan los cánones y espectacular en los cites levantando las manos del caballos. Mejor todavía que en el primero porque este toro tuvo más recorrido

Ventura le dio la réplica en el toro de su triunfo con los quiebros inverosímiles de "Milagro" y las cortas hilvanadas en el centro. Precisó tres agresiones que se le perdonaron y cayó el doble trofeo..

Manzanares, fue nuevo en esta plaza, y de verdad. Se le ve que juega otra liga. Mejor con su manso primero que con el que cerraba plaza, con el que se precipitó entre abundantes pasadas en falso y marras, sin acertar con las distancias. Su primero de salida lo mismo barbeaba que se arrancaba fiero y fue toro complicado hasta que perdió los remos y bajó el tono, pero su segundo mereció más.

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