Una fiesta para todos

Una caseta para la alegría

  • Los usuarios de Upacesur celebran su tradicional almuerzo en la Feria. Un día especial, "muy bonito", en el que voluntarios y profesionales convierten esta fiesta en un derecho para todos.

Usuarios de Upacesur, durante el almuerzo celebrado ayer en su caseta.

Usuarios de Upacesur, durante el almuerzo celebrado ayer en su caseta. / José Contreras

"Aquí hay mucha alegría, a pesar de todo". Cuando se entra por el Real de la Feria los problemas se intentan dejar atrás, aunque sea por unas horas. Todo el mundo tiene derecho a divertirse sobre el albero y los usuarios de Upacesur se apuntan sin dudarlo a la fiesta. La caseta de dicha organización vivió ayer uno de sus días grandes con el almuerzo de unas cuarenta personas adultas gravemente afectadas que son atendidas tanto en la Residencia como en la Unidad de Día de Upacesur. Una jornada que comenzó con el traslado en autocares adaptados hasta la Feria y luego con un exquisito menú festivo concertado con el casetero para todos los tipos de comensales. Jorge Ramírez, responsable de la Unidad de Día, uno de los miembros que acompaña a los usuarios del centro a la caseta, asegura que ya desde el día anterior "están nerviosos por este acontecimiento. Muchos de ellos van a disfrutarlo, algunos no lo pueden manifestar pero otros sí. Saben que van a pasar un poco de calor pero que va a ser un día diferente, más alegre".

Una vez allí se les ubica en un espacio alrededor de la mesa y se van tomando su refresquito hasta que ya se empiezan a servir platos como paella, pescaíto frito, lagrimitas de pollo, croquetas, queso, carrillada... y también comida especial, como la que se sirve batida. Son atendidos por una docena de profesionales y otros tantos voluntarios y madres, así como los camareros, a los que ya conocen de años atrás. Sobre las cuatro regresan a casa. Hoy miércoles será el turno de los niños y los usuarios del Centro Ocupacional.

Carmen Hoyos, coordinadora de la Residencia, apunta que los usuarios viven este hecho "con muchísima ilusión. No es como para nosotros porque ellos tienen sus días puntuales de Feria, así que es un gran momento. ¡La comida de Feria! El simple hecho del ajetreo que tenemos en el centro desde por la mañana a la hora de salir hacía el Real, pues es como el niño que no va al colegio. Es el ambiente de Feria. Es salir de la monotonía". Jornadas que se organizan con dos o tres semanas de antelación. Una labor para la que se necesita también la implicación del voluntario, tan imprescindible siempre para Upacesur. "Los usuarios vienen con alegría a la Feria, como lo haríamos nosotros. Es un día bonito". Hoyos asegura que la accesibilidad en la Feria "no está mal", aunque demanda más atención a los baños y se queja de que algunos "no están adaptados y eso es lo que peor llevamos a la hora de pasearlos por el Hontoria. En la caseta de Upacesur sí están adaptados, faltaría más, y el espacio es muy amplio para que puedan entrar sillas de ruedas". Miguel Ángel González lleva una década como casetero de Upacesur y las jornadas en las que vienen los usuarios "pues son días diferentes. Ya nos conocemos de tantos años que hasta salimos a bailar juntos. Es como si fueran ya de la familia".

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