Feria de Jerez

Traje de flamenca o vestido de gitana: qué es lo correcto

Mujer vestida de flamenca en el Real de la Feria de Jerez, en una imagen de archivo.

Mujer vestida de flamenca en el Real de la Feria de Jerez, en una imagen de archivo. / Manuel Aranda

Gran parte de la sociedad se refiere con absoluta naturalidad al traje de flamenca o de gitana sin hacer distinción. El traje de flamenca es también la prenda que las bailaoras de flamenco lucen en sus actuaciones habitualmente. Pero, ¿es lo mismo? ¿existe alguna diferencia? ¿qué denominación es la correcto?

Antes de responder a estas preguntas lo mejor es recurrir a la historia y al origen de esta bella vestimenta que tanto identifican los foráneos con la cultura española en su conjunto, aunque se trata de una indumentaria y seña de identidad de la cultura andaluza, de sus fiestas tradicionales, ferias y romerías. Pocos trajes regionales son tan reconocibles y evolucionan en el tiempo como el traje de flamenca o vestido de gitana, como se llama popularmente, hasta convertirse en un auténtico icono de moda.

El origen

A pesar de que en la actualidad no todo el mundo puede permitirse uno de estos trajes, su origen es humilde y se halla en Andalucía. No es ni más ni menos que el atuendo que usaban las trabajadoras del campo y las que asistían a las antiguas ferias de ganado a finales del siglo XIX y principios del XX. Entonces se trataba de una bata de volantes cómoda que ayudaba a aliviar el calor, perfecta para las labores.

Justo en la Feria de Abril del ganado de 1847 que se celebraba en Sevilla, muchas mujeres, sobre todo de etnia gitana, acompañaron a sus maridos vistiendo estos peculiares atuendos para lucirse en el evento hasta convertirlas con el tiempo en objeto de atracción para las señoras de alta sociedad. Paulatinamente, el vestido que usaban las gitanas se convirtió en el traje para asistir a la feria. No fue hasta la Exposición Iberoamericana de 1929 cuando se ‘oficializó’ su uso y traspasó fronteras, gracias también a la profesionalización del flamenco, que tomó este atuendo como propio.

En este caso, las mujeres de alta posición imitaron los diseños de las trabajadoras humildes que incorporaron a la bata, volantes, bordados y colores.

'Una danza gitana en los Jardines del Alcázar, en frente del Pabellón Carlos V', de Alfred Dehodencq en 1851. 'Una danza gitana en los Jardines del Alcázar, en frente del Pabellón Carlos V', de Alfred Dehodencq en 1851.

'Una danza gitana en los Jardines del Alcázar, en frente del Pabellón Carlos V', de Alfred Dehodencq en 1851.

Traje de gitana

Desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Fakali consideran que el traje de gitana, también llamado de flamenca, es un símbolo inequívoco de la influencia gitana en la cultura española. En cuanto a la denominación, defienden que "de "gitana" es el original, aunque "de flamenca" también contiene una inequívoca connotación gitana. "Para los negacionistas de la gitaneidad de la cultura española el traje de gitana es un ejemplo más en nuestras fiestas representativas, como también lo es la Semana Santa", puntualizan.

Juan de Dios Ramírez-Heredia, presidente de Unión Romaní, en cambio, reivindica que no se llame traje de flamenca, sino traje de gitana. Esta petición la basa, entre otros argumentos, en el cuadro de Alfred Dehodencq en 1851, titulado Una danza gitana en los Jardines del Alcázar, en frente del Pabellón Carlos V. Esta defensa la hace alejando la mención de traje de gitana de cualquier connotación racista. Todo lo contrario, al igual que Fakali, el ex europarlamentario, abogado y periodista viene a defender esta aportación gitana a la cultura andaluza, pues, aunque en la actualidad ambos nombres se refieran a una misma vestimenta, los gitanos la confeccionaron antes de que la hiciera suya el flamenco, Andalucía e incluso la cultura española.

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