La crónica del Lunes de Feria: Pendientes del "tío de la carpeta"
Jerez vive un lunes festivo con mucho público en el González Hontoria, aunque algo menos que el domingo
El cumplimiento de la ordenanza en materia de música está más que presente
Búscate en las fotos del lunes en la Feria del Caballo de Jerez
Ambiente de este lunes en la Feria del Caballo de Jerez 2025

El artículo 116 de la nueva ordenanza de la Feria del Caballo señala en su apartado primero: “Los temas musicales que se interpreten o reproduzcan en las casetas de feria de tipo tradicional deben encontrarse obligatoriamente dentro del género musical flamenco, en cualquiera de sus palos y variantes, desde la apertura de las casetas hasta las 23:00 horas, sin ninguna excepción”.
La obligación no es nueva —ya estaba recogida en la anterior normativa, aunque estaba fijada a medianoche—, pero el Ayuntamiento apuntó meses atrás que este sería uno de los puntos en los que se mostraría especialmente celoso para su cumplimiento con el objetivo de que la Feria no pierda su esencia. Y, ¿se está cumpliendo?. No señalaremos culpables, que para eso debe haber responsables municipales que teóricamente tienen que estar haciendo sus inspecciones y, por ende, fijen las sanciones correspondientes, si determinan que debe hacerlo. Pero a media tarde de este lunes había casetas, algunas en la ‘avenida’ principal que tenían música en directo donde se interpretaban canciones de grupos como Estopa que, salvo que mucho se retuerce la norma, no está dentro del género flamenco.
Pero lo del cumplimiento de los horarios musicales es algo que muchos profesionales comentan, y hacen saber al público que los espera. Un conocido DJ que estos días trabaja para que otros disfruten comentaba al respetable poco antes de iniciar su actuación en la tarde de este lunes:“Con las adversidades musicales que tenemos no pedidme demasiado 'perreo’ hasta las 11 de la noche”. Inmediatamente después, su compañero apostillaba: “Si veis a un tío con una carpeta en la caseta, avisadnos”.
Todo esto ocurrió en una de las casetas del González Hontoria a media tarde de este lunes, día festivo en Jerez. Fue un día con calor y con algo de viento, sobre todo cuando avanzó la jornada, que alivió la estancia en la Feria. Como es habitual, pasear por el Hontoria a las dos de la tarde era casi una misión suicida. Había mucha gente en la Feria, no tanto como en la jornada del domingo, pero la había, aunque casi todos estaban ‘refugiados’ en el interior de las casetas.

Conforme avanzó la tarde se fue animando tanto el paseo de caballos como las zonas peatonales para ir alcanzando casi un lleno conforme avanzaron las últimas horas de la tarde. Hace años, la Feria cambió de formato y ganó tanto un domingo como un festivo de lunes. En esta ciudad, el debate se superó, si es que llegó a haberlo, con los días de inicio y final cuando se comprobó la idoneidad de ganar un fin de semana —aunque conlleve que el alumbrado superara los límites que establecen la palabra multitudinario— y se potenciara un domingo gracias a la fijación de un lunes como festivo. En otras capitales, sigamos en la línea de no dar nombres, siguen debatiendo si ha sido conveniente la vuelta al formato antiguo o reflexionan si el formato nuevo, que se adoptó después de que lo hiciera Jerez aunque dejara de estar vigente, no era tan malo como el ‘purismo’ pregonaba.
Ahora bien, no todo es tan perfecto en una fiesta que siempre tendrá un punto dónde discutir y con siempre un margen para la mejora. Pero muchos, por no decir todos, todos esos debates —ya sea el del formato, la música o hasta el del alumbrado, cuya estética sigue siendo la misma, aunque al comparar se aprecien las diferencias, pero para gustos los colores— tienen un corto alcance porque, en el fondo, el jerezano acude en masa cada año al González Hontoria para divertirse y este tipo de cuestiones no les importa tanto como el dinero que saben que terminarán gastándose en una caseta o en los ‘cacharritos’, si es padre o madre, para contentar a sus hijos —a cinco euros, como mínimo, el viaje en el mejor de los casos—.

Así, a esa joven que sobre las cinco de la tarde fotografiaba a su amiga dentro del templete de González Byass mientras le comentaba “qué nivel” bien poco le importa todo eso. Y ni mucho menos a esa pareja, recién prometida, que solo quería que su amigo, no excesivamente ducho en eso de hacer fotografías, sacara lo mejor posible los anillos de prometidos con un carruaje de fondo para inmortalizar minutos después esa instantánea en cualquier red social. La Feria es, en definitiva, para disfrutarla. Y aún quedan cinco días por delante.
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