La guitarra y el cante flamenco se unen en un solo alma. El último ganador de la Lámpara Minera hizo acto de presencia en el Festival de Jerez causando gran impresión en el público asistente, provocada por la forma tan perfecta de combinar su voz y sus técnicas sobre la sonanta. 

La cita tuvo lugar en el Palacio de Villavicencio en la tarde de ayer con un protagonista de excepción, Ricardo Fernández. Si tocar la guitarra requiere un gran esfuerzo y ejercicio de concentración, hacerlo mientras se está cantando dificulta aún más dicho trabajo. El recital del manchego fue una demostración constante de brillantez en la ejecución, con una inmejorable entonación tanto en su voz como en las notas musicales que salían de su guitarra. 

El formato presenciado en Villavicencio es poco común. A lo largo de la historia pocos han sido los que se han presentado para cantar con una guitarra en la mano, sobre todo si estos lo hacían por malagueñas, soleás o tonás. Ricardo ha conseguido sentar precedente en esta muestra en la que estamos. 

 Su voz cambió cuando empezó a entonar unos tercios por soleá de Alcalá, Triana y Jerez.  Siguió por granaínas de Chacón y malagueñas del Mellizo, en la que destacó más con el toque de guitarra. Él mismo se jaleaba y se hacía compás por alegrías de Cádiz, todoterreno total.

Sin pensar en supersticiones, defendió el cante por peteneras con gran esfuerzo, y evidenció su control absoluto de las mineras y cantes de La Unión. Quiso recordar a los maestros del compás de Jerez por bulerías, entre ellos Moraíto, Cepero... Una vez más, quedó demostrado que este cante es de los más difícil de llevar a cabo, sobre todo para los que no son de la tierra. 

El público quedó gratamente sorprendido con un artista completo al que sólo le quedó bailar.

Cante

Ricardo Fernández

Cante y guitarra: Ricardo Fernández. Día: 6 de marzo. Aforo: 3/4 de entrada. Lugar: Palacio de Villavicencio.