Después de nueve años alejada de los escenarios, la bailaora Chiqui de Jerez volverá a subirse esta noche a un tablao. Será en la Sala Compañía dentro del ‘Ciclo Paso a dos. Maestros & Jóvenes’ junto al Choro, en una cita que se prevé cuanto menos emotiva.        

–Estar nueve años sin pisar un escenario, ¿le hace plantearse las cosas de manera distinta?

–No, aunque sí es verdad que de cara a este espectáculo estoy como si estuviese empezando. Llevo unos días nerviosa aunque también ilusionada, porque tengo ganas de bailar.

–En estos días de ensayos previos al espectáculo, ¿en qué nota más la inactividad?

–Está claro que lo que más cuesta es recuperar el fondo, porque llevarse nueve años sin montar un espectáculo hace que pierdas esa frescura de fondo que tenías antes. De todas maneras, yo siempre he intentado mantener mi nivel haciendo tablas de pies y demás. También, por lógica, te das cuenta que el tiempo no pasa en balde, por eso hay que incidir en otras cosas y una de ellas es la experiencia, con eso sabes jugar.  

–Durante este tiempo usted se ha dedicado a la docencia en su academia, ¿cuesta cambiar el chip?

–Por supuesto, no tiene nada que ver ponerte a dar clases que crear tu propia coreografía o preparar algunos pasos. Todo tiene su encanto, pero en mi caso decidí dejar de bailar hace nueve años por problemas personales y ahora vuelvo porque he recuperado la ilusión, me noto con fuerzas para seguir aportando cosas. 

–¿Le da miedo el reencuentro con el público?

–Miedo no me da, pero sí respeto, porque durante todo este tiempo el baile ha evolucionado mucho y hoy por hoy hay un nivel altísimo, por eso no quiero defraudar.  

–Y en su vuelta, ¿qué Chiqui vamos a encontrar?

–(Risas) Una Chiqui bailando flamenco por derecho, sin ningún tipo de fusiones ni confusiones. Me apetecía mucho bailar y hemos preparado un espectáculo muy flamenco. Haremos palos tradicionales como seguiriyas, tangos, alegrías y por supuesto bulerías. Además, vamos a tener un elenco atrás muy bueno con El Pulga, Moi de Morón y Pepe de Pura al cante y Juan Campallo y Jesús Guerrero a las guitarras.

–Siempre ha defendido que el flamenco es su forma de vida, ¿por eso un espectáculo puramente flamenco?

–(Risas) Es verdad, el flamenco siempre ha sido mi refugio, para lo malo y para lo bueno, y desde que me levanto hasta que me acuesto vivo por esto. Yo siempre he defendido el flamenco de toda la vida, y creo que se está perdiendo, por eso deberíamos reivindicarlo. Ahora hay niñas y niños que técnicamente son geniales, pero han perdido la esencia, son poco flamencos. Es cuestión de modas y ojalá volvamos a recuperarlo.

–Cambiando de tema, ¿qué tal van los cursos?

–Los del Festival bastante bien porque la gente responde a las mil maravillas. Sí que estoy viendo un poco más flojos los de carácter privado, no sé si será la crisis o no qué, pero hay menos movimiento. Espero que ahora en la segunda semana la gente se anime.