Isabel Pantoja está feliz. En las últimas semanas, no sólo se ha reconciliado con los platós de televisión y ha hecho las delicias de sus fans sobre el escenario, sino que además ha dado un giro radical a su actitud y ha llenado su agenda de citas y actos sociales. Tras acudir al enlace de su amigo Luis Rollán, con baile y exclusiva incluida, la cantante ha sido la invitada de excepción de la boda de la hija de un amigo en Málaga. Evento al que, ni corta ni perezosa, acudió del brazo de su buen amigo Miguel Poveda.

Hace sólo unas semanas era absolutamente impensable que la tonadillera protagonizara unas imágenes como las del pasado fin de semana, teniendo en cuenta que éstas podrían levantar una gran polvareda. Y, efectivamente, los comentarios no han tardado en aparecer. La buena sintonía de la pareja de cantantes siempre ha sido evidente el catalán incluso ha compartido espacio con el hijo de la sevillana, Kiko Rivera, en algún concierto de ésta, y un tema recurrente para la prensa rosa. Y es que no es ningún secreto que Poveda es un buen amigo de la familia Pantoja.

Una bonita amistad, que ya dura varios años, en la que muchos están dispuestos a ver algo más, aunque no sea así. Amor no correspondido, imposible... lo que está claro es que ambos se llevan de maravilla y se profesan cariño mutuamente, tanto en privado como en público. Isabel Pantoja nunca ha ocultado su total admiración por el cantaor y Poveda ídem de lo mismo respecto a su "pasión" por la coplera. Por lo que esta última aparición de ambos, del brazo y en una boda, no ha hecho sino echar leña a los rumores que apuntan a que ambos mantienen una relación sentimental. Comentarios que los persiguen desde hace bastante tiempo, a pesar de que ellos se han encargado de desmentirlo por activa y por pasiva. Ver en esta excelente relación algo más que cariño y buen rollo tiene que ver con el cambio de actitud de la cantante en los últimos días, y es que no son pocos los que quieren verla de nuevo enamorada. Mucho más contenta, ésta ha abandonado su comportamiento distante por uno más cercano, sobre todo respecto a la prensa. Está claro que está dispuesta a olvidar su imagen de mujer triste y gris por la de otra radiante, que puede con todo. Una Pantoja renovada, que ha resurgido gracias a sus buenos amigos.