Adelante Andalucía ha pedido al Ayuntamiento de Jerez una moratoria para la construcción de pisos turísticos en la ciudad que, según los datos del Clúster Turístico Destino Jerez, ya alcanzan 900 viviendas como apartamentos turísticos con capacidad para alojar a 4.000 personas y que existe una treintena de edificios destinados a apartamentos turísticos, con algo más de 700 unidades de alojamiento. “Estamos viendo con mucha preocupación cómo la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, ha pisado el acelerador y está expulsando a los jerezanos y jerezanas y recortándoles su derecho a disfrutar de su ciudad”, ha manifestado Carlos Fernández, portavoz de Adelante Andalucía Jerez.  

El último caso, en la calle Juana de Dios, donde se rehabilitará una finca para destinarla a 14 apartamentos turísticos, “es un ejemplo más de esta política del PP de seguir nutriendo un parque de viviendas turísticas que no deja de crecer, cuando la realidad es que Jerez es una de las ciudades donde es más difícil acceder a una vivienda digna en alquiler o en propiedad y en donde ha habido un aumento exponencial del precio de las mismas”.

Para Fernández, “el objetivo que persigue García-Pelayo es convertir a Jerez en Málaga, que tiene un modelo que va en contra del comercio de proximidad y de la vida en el centro, y, por tanto, de revitalizar el entorno de intramuros, por mucho que diga lo contrario”.

El hecho de que la administración local no exija lo mismo para la concesión de licencias de viviendas turísticas que para cualquier establecimiento hotelero, tal como declaró el presidente del Clúster, Antonio Mariscal, “no es más que una prueba de las facilidades que les ponen para llevarnos a un modelo de ciudad fallido”. “La alcaldesa tiene que parar cuanto antes esta turistificación y apostar por un modelo de convivencia entre el turismo y el disfrute propio de la ciudad”.

Es por ello que “desde Adelante Andalucía le pedimos una moratoria urgente y que piense en el legado de ciudad que va a dejar a los jerezanos y jerezanas por favorecer a los capitales privados y fondos de inversión que hacen de la vivienda una inversión especulativa a costa de reglar la ciudad a un turismo masificado”.