El amor y la pasión que demuestra a diario Álvaro Domecq Romero por los caballos y por ende, por la Real Escuela de Arte Ecuestre, no es nuevo. El ganadero y rejoneador disfruta cada día como estandarte de esta institución, fundada por él mismo en la década de los setenta.

Su figura infunde respeto por cada rincón de la 'Escuela', como la llaman sus integrantes, pero lo que más llama la atención a jinetes curtidos y a los noveles que acaban de incorporarse a la misma es su maestría encima del caballo.

A sus 82 años, Álvaro Domecq monta con una seguridad y una elegancia fuera de toda duda. Ayer lo vimos en la Real Escuela de Arte Ecuestre a lomos de 'Adivino', un caballo que ha domado Rafael Soto y que destaca por su guapura y fina estética cuando paseo por los picaderos. 

Todos lo miran con atención en una imagen que se traduce en un binomio perfecto, todo un ejemplo para las nuevas generaciones.