Los precios y la presión fiscal ponen contra las cuerdas a los agricultores de flor cortada. Asaja-Cádiz ha solicitado a los ministerios de Agricultura y Hacienda una rebaja fiscal, en concreto del 50% (del 0,32 a 0,16) en los módulos aplicables en el método de estimación objetiva del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para el sector de la flor cortada de Chipiona.

Del mismo modo, la asociación de jóvenes agricultores reclama que ese módulo sea permanente y revisable a la baja, si procede, sin que haya que solicitar todos los años una rebaja del 0,32 actual, para lo que recuerda que esta medida ya se aplicó al olivar, bajándose el módulo de 0,32 a 0,26.

Asaja-Cádiz explica en un comunicado que el sector de la flor cortada lleva años inmerso en una situación de crisis estructural, motivada por los bajos precios y la falta de mercado, donde la fuerte competencia de países terceros como Kenia, Marruecos, Argelia, etc., está llevando a este cultivo a una situación muy complicada en nuestra provincia y en España.

“Los invernaderos de nuestra provincia, localizados fundamentalmente en la zona de Chipiona, vienen sufriendo, además del aumento de costes provocado por la subida del precio de los principales inputs agrícolas, sobre todo el gasoil, unas pérdidas cuantiosas por el sobrecoste añadido por el mayor uso de horas de calefacción, cada vez que vienen días fríos. A esto se une pérdidas millonarias todos los años por el problema del alto nivel de la capa freática en la zona, que produce inundaciones por poco que llueva”, señala Asaja, no sin recordar que, en estas circunstancias, muchos agricultores que se han visto abocados a abandonar la actividad.