El Museo Arqueológico Municipal de Jerez acaba de cumplir 26 años en su actual ubicación, la plaza del Mercado. A lo largo de todo este tiempo, desde su apertura en su sede del barrio de San Mateo, el 9 de noviembre de 1993, se ha convertido en el primer equipamiento cultural de la ciudad, superando con creces la mera función de contenedor de objetos arqueológicos.

Ya hemos hablado de su función pedagógica (el pasado sábado 9 de noviembre se celebraba con gran éxito de participación el taller infantil “El misterio del esqueleto: sigue las pistas…”, de carácter eminentemente familiar, para niños a partir de 5 años). Pero también, desde sus instalaciones se organizan durante todo el año conferencias y cursos, como el Ciclo de la Pieza del Mes, que organizamos desde la Asociación de Amigos del Museo en colaboración con el Ayuntamiento, o los “Cursos de Otoño de la Universidad de Cádiz en Jerez”, cuya XXIV edición se ha desarrollado entre el 18 de septiembre y el 2 de octubre, cuyas temáticas han estado vinculadas con el entorno socioeconómico, cultural y patrimonial de la ciudad.

Además, recientemente, el museo ejerció de magnífico anfitrión de los ‘Encuentros con el Patrimonio Arqueológico: Jerez y su entorno’, organizados por la Asociación Profesional del Patrimonio Histórico-Arqueológico de Cádiz (ASPHA) en colaboración con la Delegación Territorial de Cádiz de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y del Ayuntamiento de Jerez.

Del cinco al siete de noviembre ha sido un punto de encuentro y divulgación de las últimas novedades acaecidas en las actividades arqueológicas desarrolladas en la ciudad y su término entre 2018-2019. Estas jornadas han posibilitado un mayor conocimiento y responsabilidad sobre el patrimonio arqueológico, y sobre todo, reflexionar sobre su gestión y conservación.

Pero la colaboración del Museo se extiende también a otras actividades, como el festival “Intramuros”, que se celebra en la plaza del Mercado, con las Jornadas de Puertas Abiertas durante el fin de semana. Sin embargo, desde la Asociación de Amigos del Museo seguimos echando en falta una señalética adecuadamente distribuida por la ciudad, y en especial por el barrio de San Mateo, que permita llegar al museo cómodamente y sin problemas, antigua reivindicación de nuestra asociación y de la anterior dirección del museo, que contribuirá sin duda a que este edificio lleno de historias siga ejerciendo de espacio fundamental de divulgación del conocimiento del pasado de nuestra ciudad.