Beltrán Domecq | Presidente del Consejo Regulador del jerez

"Si el vino de Jerez lo hiciera un francés valdría tres veces más”

  • El enólogo repasa sus 50 años en el vino tras los que no concibe el bajo precio del jerez 

  • “El insulto más grande para el jerez es decir que tiene la mejor relación calidad-precio", asegura

Beltrán Domecq cata una copa de amontillado en la sede del Consejo Regulador.

Beltrán Domecq cata una copa de amontillado en la sede del Consejo Regulador. / Pascual

Entró en el mundo del jerez de la mano de su padre, del que cuenta que se bebía tres copas de vino de Jerez al día y vivió hasta los 82 años. A sus 74 años, Beltrán Domecq ha anunciado que deja la presidencia del Consejo Regulador, no así el consumo de jerez, que seguirá practicando con la misma devoción que su progenitor según trasladó el martes a los vocales del pleno tras su renuncia a presentarse a la reelección. Durante sus ocho años en el cargo ha dado sobradas muestras de su pasión por el sherry, pero también de su elegancia, educación, saber estar... con los que se ha ganado el respeto dentro y fuera del sector. “Es hora de dejarlo”, dice el veterano químico y enólogo con planta de lord inglés, que seguirá vinculado al jerez a través de los libros y como asesor de bodegas.

No va a ser tarea fácil encontrarle sustituto, de hecho, le han pedido que se quede.

El mes pasado cumplí 50 años en el jerez. Soy el mayor de siete hermanos y nunca he pensado en trabajar en otra cosa. Al que venga, y seguro que encuentran a alguien, le deseo suerte porque quedan muchas cosas por hacer. Hay que prestigiar el vino, darle un sitio en la mesa, provocar que se beba en comidas. Ya está bien de cervecita, cuya curva de ventas está disparada y la del vino, al revés.

El grueso de su carrera la desarrolló en Domecq, ¿qué recuerda de aquella época?

Trabajar para Domecq fue una experiencia buenísima y me permitió recorrer todo el mundo. Me incorporé en el año 74 a cargo de las bodegas de vino, y por entonces Domecq tenía bodegas en la plaza Silos, calle Matadero, ocho en El Puerto y una en Sanlúcar, además de la de Florido Hermanos en Sanlúcar y Chipiona, La Riva, Blázquez... Es una pena la cantidad de bodegas y marcas que se han ido perdiendo. Domecq era muy importante y era líder desde muchos puntos de vista, pues tenía Pedro Domecq en México, donde vendía ocho millones de cajas de nueve litros de brandy, y también estaba en Colombia, Brasil y Filipinas. Tenía siete destilerías para las holandas del Brandy de Jerez y, sólo para La Ina, había 14 solerajes entre Jerez, Sanlúcar y el Puerto con más de 25.000 botas.

Beltrán Domecq en el salón de plenos de la institución jerezana del vino. Beltrán Domecq en el salón de plenos de la institución jerezana del vino.

Beltrán Domecq en el salón de plenos de la institución jerezana del vino. / Pascual

"Champán y Jerez tienen las mismas tierras, la gran diferencia es que nosotros no sabemos vender”

¿Cómo vivió la venta de la bodega y de las marcas históricas de Domecq?

Con Allied Domecq –nombre que adquirió Allied Lyons tras la compra de la bodega en 1994– también fue una experiencia buenísima, pero a partir de 2005 pasó una cosa terrorífica, la venta a Pernod Ricard y Beam Global, que vendieron las marcas de Domecq. Cuando una bodega se vende se pierde identidad, que es lo que es el jerez.

Una vez jubilado, y después de escribir el libro ‘El jerez y sus misterios’ –del que ha publicado recientemente una segunda edición revisada–, le llamaron del Consejo Regulador. ¿Cuál es su balance de estos ochos años de presidente del jerez?

Es una pena que mi padre no me acompañara en esta etapa, hubiera sido fantástico que me viera de presidente. Estoy muy contento del trabajo aunque, desafortunadamente. el consumo del vino de Jerez viene cayendo desde los años noventa, y también se ha arrancado mucho viñedo. Pero en los últimos años se ha logrado bastante estabilidad y se ha hecho una gran labor de promoción. Hemos impartido cantidad de cursos de formadores que nos han permitido tener embajadores en multitud de países y, por supuesto, está Copa Jerez, de los concursos gastronómicos más satisfactorios en el que participan los mejores restaurantes de siete países, con menús de tres platos con distintos vinos. Al fin y al cabo, para que el jerez se beba se tiene que conocer.

Parece que le han hecho caso en su defensa de la viña.

El Marco vuelve a mirar a la viña y se han recuperado los pagos históricos, pero sólo algunas bodegas le dan importancia. Hay que seguir trabajando en ello porque es tremendo que el jerez esté tan infravalorado. No puede ser que un vino de Jerez tenga el precio que tiene después de todo el trabajo que hay en la viña y en la bodega.

El aún presidente del sherry brinda con una copa de jerez. El aún presidente del sherry brinda con una copa de jerez.

El aún presidente del sherry brinda con una copa de jerez. / Pascual

"Hay que subir el precio del vino y la uva; no se puede hacer un vino de calidad sin gastar dinero”

Ese es un debate que viene de largo y que sigue sobre la mesa.

El sector viene hablando desde hace cuarenta años de subir el precio, de darle valor al vino, pero siempre hay alguna oveja negra. Si el jerez lo hiciera un francés valdría tres veces más, estoy convencido y no soy el primero que lo dice. Lo poco que vale una botella de jerez afecta a los viticultores, cuando el 50% de la calidad del vino es la viña. Pero si no se mueve el precio del vino, no se mueve el precio de la uva. y sin un precio adecuado para que sea rentable y se pueda hacer una promoción adecuada no hay futuro. Gracias al Consejo Regulador, ahora hay 7,5 millones de euros de fondos europeos para promoción en tres años. ¿Es bastante? Y tampoco se puede hacer vino de calidad sin gastar dinero.

Hablando de rentabilidad y viñedo, el sector vuelve a plantearse que todo lo que entre en la botella de jerez sea de Jerez.

–Me habla de los productos complementarios, pero ¿y el Pedro Ximénez? Creo que es momento de plantearse muchas cosas para que no se pierda más viña. Hay que subir el precio y pagar más. Cuando los de champán dicen que su tierra y la nuestra son iguales les digo que hay una gran diferencia, y es que nosotros no sabemos vender. El insulto más grande para el jerez es cuando se publica que es el vino que tiene la mejor relación calidad-precio. Tengo la esperanza de que algún día, pronto, empiecen nuevas bodegas con sus propias marcas o como almacenistas, creo que ese es el futuro.

La equiparación de la zona de crianza y la de producción es otro de los asuntos sin resolver.

Zona de crianza y de producción, jerez Superior y Jerez Zona... Decir que un fino de Chipiona o Chiclana es igual que uno de El Puerto o de Jerez, francamente no lo veo. Pero más que municipios, es una cuestión de pagos y no puede valer lo mismo la uva de El Marquesado que la de Macharnudo. En Domecq vinifícábamos la uva por pagos y por edades y el resultado del Marquesado era completamente distinto que el de Macharnudo.

¿Seguirá bebiendo tres copas de jerez al día como su padre?

–Cada vez me gusta más. Durante el confinamiento he bebido más vino de Jerez si cabe, oloroso y palo cortado. También he estado trabajando en la traducción del libro ‘Facts about sherry’ (1874) de Henry Vizetelly.

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