Bodegas y viñistas logran el consenso sobre los 'grandes temas' pendientes del Marco

Bodegas y viticultores creen haber alcanzado el grado de consenso exigido por la Junta de Andalucía para responder a la llamada de auxilio lanzada por el sector a las Administraciones públicas, a las que reclama del orden de 40 millones de euros para, de un lado, salvar el escollo coyuntural que supone la próxima vendimia, a un mes vista, y de otro, enderezar el rumbo del Marco de Jerez para garantizar su viabilidad futura.

Cuando parecía imposible salvar las diferencias que separaban a las partes, en particular en la elaboración de los productos complementarios con materia prima de la zona, la patronal bodeguera y las organizaciones del sector productor hicieron ayer un último esfuerzo como les pidió la Junta para cerrar un principio de acuerdo en el que se recogen una serie de compromisos con los que entienden que responden a los cinco puntos para los que la Consejería de Agricultura exigió consenso entre las partes.

El acuerdo, que deberán plasmar en papel para remitirlo a la Junta -según las fuentes consultadas por este medio, hoy mismo se le podría dar curso-, contempla en el capítulo de los productos complementarios el compromiso de las bodegas de absorber esta misma campaña los mostos concentrados rectificados producidos en el Marco con los excedentes que acumula el sector y que se comercializarán a precio de mercado.

Entre tanto, los viticultores iniciarán la adaptación de las viñas en busca de grandes producciones que les permita competir con Castilla-La Mancha, de cuyas viñas se abastecen actualmente las bodegas, para después de los mostos concentrados seguir con el alcohol vínico una vez se liberalice el sector -el periodo transitorio oscilará entre dos y cuatro años-.

Una comisión de seguimiento mixta se encargará de velar por el cumplimiento de los objetivos marcados para, una vez se alcancen, dar traslado al reglamento de la obligación de que todo lo que entre en la botella del jerez sea de Jerez. Precisamente, el nuevo texto por el que se regirá la Denominación de Origen era otro de los requisitos de la Junta, apartado en el que bodegas y viticultores están prácticamente de acuerdo -la representatividad es quizás el único fleco-, pero que no se someterá a votación del pleno del Consejo Regulador hoy para su aprobación al estar pendiente el estudio sobre la definición -medible, certificable y controlable- de los tipos de vino y de la calidad que pedía la Consejería.

El tercer punto, el del control externo de la Denominación de Origen, las organizaciones sectoriales se alinean con el Consejo Regulador del vino para defender que sea la propia institución del vino, aunque a través de un órgano independiente, la que mantenga esta función. Para responder a las exigencias de la Junta, el sector propone, no obstante, que la Junta realice cuantas auditorías externas considere necesarias y que actúe en consecuencia de los resultados.

Sobre la validación de los métodos analíticos de la vejez y composición de los vinos, el sector remite al convenio en vías de formalizarse entre el Consejo Regulador y la Estación de Viticultura, que llevará la supervisión.

El quinto y último punto, el de la precinta de la Casa de la Moneda y el Timbre, bodegas y viticultores piden margen a la Junta mientras concluye el estudio que elabora el Consejo Regulador para determinar los costes de la incorporación de esta etiqueta y la inversión necesaria para la adaptación de los trenes de embotellado.

Fuentes del sector aseguraron ayer que el acuerdo "cumple absolutamente" con los requisitos exigidos por la Junta, por lo que entienden que la Consejería de Agricultura "no tiene excusa" para implicarse en la salvación del sector. En este sentido, las mismas fuentes señalaron que "hemos hecho un esfuerzo muy grande para llegar a este acuerdo y todo el mundo tiene que estar a la altura, la primera la Junta, que debe responder a la solicitud de ayuda". No en vano, las organizaciones sectoriales, que salvo Coag llegaron a barajar la posibilidad de emprender movilizaciones conjuntas por la rigidez de la Consejería de Agricultura, recuerdan que en otras zonas productoras como Castilla-La Mancha ya se han publicado las líneas de ayudas al sector, al que no se han impuesto condiciones a cambio.