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El Plan General de Ordenación Urbana declaró urbanizables en 2009 más de 4,8 millones de metros cuadrados donde se podrían construir más de 17.140 viviendas. Sin embargo, debido a la crisis que sufrió el sector de la construcción hace más de una década, estos suelos no han podido desarrollarse aún.
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A día de hoy, y a pesar de la pandemia del coronavirus, hay un contexto de recuperación en esta actividad clave para la economía local. No obstante, no se dan todos los condicionantes necesarios para que el sector pueda embarcarse en la puesta en carga de grandes bolsas de terrenos puesto que la situación del mercado y la demanda existente no permiten digerir aún una inversión de estas características.
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Por este motivo, en los últimos años se han construido promociones de pequeño y mediano tamaño en parcelas ya urbanizadas que quedaron pendientes de desarrollos ejecutados durante los años de burbuja inmobiliaria.
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A ello se une que buena parte de estos suelos urbanizables acabaron en manos de entidades bancarias tras la quiebra de las promotoras que lo habían adquirido durante los periodos de bonanza constructiva. Así, a día de hoy los bancos siguen tratando de buscar comprador para desprenderse de unos activos de difícil salida.
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Esta situación ha conllevado que, desde la entrada en vigor del PGOU, hayan sido pocos los documentos urbanísticos que se han tramitado para la puesta en carga de nuevos suelos residenciales. Eso sí, en los últimos meses se han podido aprobar los planes parciales de Guadalcacín (este de manera definitiva) y Geraldino.
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Buscan comprador para una de las mayores bolsas de suelo en la zona noroeste de Jerez
A finales del pasado mes de abril, el pleno municipal aprobó de manera definitiva el plan parcial de Guadalcacín 1, el documento que permitirá el desarrollo de unos terrenos situados al este de la pedanía que supondrá su extensión hasta los límites con la N-349, la carretera que une la autopista AP-4 con la autovía A-4 a la altura de la Ciudad del Transporte. En estos suelos, que tienen una superficie de más de 140.000 metros cuadrados, se proyectan unas 476 viviendas, de las que 165 serán de protección oficial.
Las Abiertas de Caulina es un sector de suelo urbanizable de forma triangular que se extiende entre el camino de San José Obrero y la carretera que une Guadalcacín con La Granja. Con una superficie de más de 434.000 metros cuadrados, se podrían construir hasta un máximo de 1.587 viviendas. Por el momento, no se ha aprobado ninguno de los instrumentos necesarios para su desarrollo.
En agosto del 2021, la Junta de Andalucía dio su beneplácito al plan parcial del Pago de Lima, uno de los tres sectores de suelo urbanizables previstos entre Guadalcacín y Jerez. Con 321.000 metros cuadrados, en ellos se permite hasta un máximo de 1.155 viviendas, de las que 476 deberán ser de protección oficial. Estos suelos han estado en venta recientemente por parte de los servicios inmobiliarios de una entidad bancaria.
Como continuación del Pago de Lima, el sector San José Obrero-Camino de Espera es una de las mayores expansiones previstas en el PGOU con sus más de 1.770 viviendas sobre una superficie de más de 487.000 metros cuadrados. A día de hoy no cuenta con un plan parcial que pormenorice su ordenación.
La promotora Reyal Urbis continúa con el proceso de liquidación de sus activos entre los que se encuentran varias fincas situadas entre la Carretera de Trebujena (A-2000) y Los Villares, donde se proyectan más de 1.300 viviendas. A día de hoy, estos suelos no cuentan con su plan parcial aprobado. Hubo un intento a principios de la pasada década, pero el Ayuntamiento acabó suspendiendo su tramitación dado que los promotores no atendieron a los requerimientos que se le hizo desde la Delegación de Urbanismo.
La mayor bolsa de suelo urbanizable destinada mayormente a viviendas que contempla el actual ordenamiento urbanístico de Jerez es una importante extensión de terrenos que se ubica entre la zona residencial de El Carrascal y la Ronda Oeste. Sobre una superficie de más de 791.000 metros cuadrados, el PGOU ha dibujado 2.850 viviendas. Ahora bien, a día de hoy no se ha aprobado ningún documento que permita la puesta en carga de estos suelos situados en la zona noroeste de la ciudad, una de las que ha tenido mayor actividad constructiva en los últimos años.
En febrero de este año, el Ayuntamiento dio vía libre de manera inicial al plan parcial de Geraldino, unos terrenos que se extienden a lo largo de margen derecha de la Carretera de Medina (A-2004). En este sector se permitirá un máximo de 1.257 viviendas, según establecen los parámetros marcados por el PGOU. No obstante, la tramitación administrativa de estos suelos ha sido complicada ya que la Junta de Andalucía estableció la obligatoriedad de respetar la anchura de la cañada de Pinosolete, por lo que esta vía pecuaria tuvo que ser, incluso, deslindada, por parte del Ayuntamiento.
Pinosolete es otra de las mayores bolsas de suelo que el vigente Plan General declaró urbanizables en 2009. Con más de 608.000 metros cuadrados de suelo, se extiende entre las inmediaciones de los depósitos de la Carretera de Medina y la vía del tren. En ellos, según el ordenamiento urbanístico municipal, se permitirá la construcción de algo más de 2.000 viviendas. No obstante, este desarrrollo, al igual que su vecino de Geraldino, está condicionado por la necesidad de respetar la cañada de Pinosolete.
Entre las rotondas 2 y 4 de la avenida Rey Juan Carlos se contempla una importante bolsa de suelo de unos 513.000 metros cuadrados de suelo divididos en dos sectores (Montealegre 1 y 2) donde podrían ir más de 1.700 viviendas. Por el momento, no se han aprobado ningún instrumento de planeamiento sobre estos suelos.
La avenida Rey Juan Carlos marca actualmente el límite urbano de la ciudad por la zona este. No obstante, el planeamiento tiene contemplada la continuación de la ciudad más allá de esta ronda. La Canaleja es un sector de suelo urbanizable que se prolonga entre las rotondas cuatro y cinco de esta avenida y que tienen una superficie de unos 240.000 metros cuadrados. El máximo de edificabilidad permitida es de 884 viviendas. Por el momento, no se ha tramitado ningún documento urbanístico para la puesta en carga de estos suelos.
Mirabal, una amplia extensión de terreno situada en el extremo este de la zona urbana, fue el primero de los suelos urbanizables que se puso en carga. Su plan parcial se aprobó en 2011 y, poco después, se inició la construcción de sus primeras viviendas. Sin embargo, la caída de la promotora jerezana Rochdale, principal propietaria del sector, provocó que las obras se paralizaran quedándose a medio hacer una promoción. A día de hoy, la estructura continúa en pie, pero es objeto de continuos actos vandálicos. En estos suelos, que tienen unos 536.000 metros cuadrados de superficie, se han proyectado 1.931 viviendas, de las que 724 deben ser de protección oficial. Las obras de urbanización están realizadas en parte.
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