El ex líder de CGT percibe 40.000 euros por su despido del Consistorio

Con 57 años, José García, ex líder de CGT en Jerez (sindicato mayoritario en el Ayuntamiento) cogió sus bártulos y se encerró durante ocho días en la Catedral "por una buena causa". Fue en 2007 y lo hizo casi nada más conocerse que 17 personas perdían su empleo por rescisión de contrato en la antigua Gerencia Municipal de Urbanismo. Ahí empezó su batalla casi personal contra la exalcaldesa Pilar Sánchez, que no cesó hasta que ésta salió por la puerta de atrás de la Alcaldía en 2011. Hoy, cinco años después y con 62 años, el veterano sindicalista se ha acogido, de forma voluntaria y no sin polémica, al traumático expediente de regulación de empleo en el Ayuntamiento que ha puesto en marcha el PP, con la alcaldesa María José García-Pelayo al frente, y que ha afectado finalmente a 260 empleados públicos dentro del mayor ajuste de la historia municipal.

Enfilando ya su jubilación, José García, Pepe 'el largo' como todos le conocen, ha percibido una indemnización por despido procedente de 40.271 euros, según figura en la acta de la junta de gobierno local de 30 de agosto que circula por la ciudad saltándose con total impunidad la ley de protección de datos. Se trata de la octava indemnización más alta de la nómina de empleados de mayor edad y veteranía en el Consistorio y muy próxima a otra veintena de afectados mayores de 59 años. Pero su caso es muy diferente, según censuran fuentes sindicales, pues "ha pasado de defender a toda a costa a la plantilla y ser el azote del anterior gobierno socialista a acogerse al ERE con una indemnización millonaria; es el precio del famoso beso de la Feria". Quizás esté descontextualizada esa fotografía dentro de un ambiente festivo como es la fiesta grande jerezana, pero "todos saben cómo aprovechó el PP en la pasada legislatura la combatividad de la CGT contra el PSOE y Pilar Sánchez, y ahora había que devolver favores", apuntalan las mismas fuentes que reprochan que "a cambio de no dar guerra contra el ERE, este sindicalista haya salvado a familiares directos colocados en el Ayuntamiento -cosa, por cierto, que también ha ocurrido con otros representantes de la plantilla-". García, por su parte, se siente "víctima de un linchamiento" y ha reiterado que él en este incendio tan colosal se ha limitado, por su edad, "a saltar para salvar a otros". Apunta poco más. De momento asegura que no quiere hablar de esta polémica soterrada que ha rodeado toda la tramitación del controvertido ERE municipal. "¿Dónde está Pepe, qué ha pasado con la CGT en este conflicto tan grave si antes incendiaban el Ayuntamiento por un mínimo retraso en el pago de las nóminas?", han cuestionado unos y otros. Fuentes de esta central en la ciudad, autodeclarada anarcosindicalista (es decir, en las antípodas del PP) justifican la poca guerra planteada al ERE municipal en que "algunos estaban acostumbrados a que los gomazos se los llevasen siempre los mismos y ahora que tenían que dar la talla han fracasado".

En una de sus últimas comparecencias públicas como delegado sindical del Ayuntamiento, en julio pasado y tras ser relevado como secretario comarcal de CGT por Juan González, García lamentaba que "los pagos a los proveedores del Ayuntamiento mediante los ICO se lleven a cabo a costa de echar a la calle a 300 padres de familia". Ahora algunos zanjan que el veterano sindicalista "se ha mudado de trinchera y esta guerra ya no es la suya".