El jerezano Carlos Aguilar, que tiene una demanda aceptada por el juez contra el ex torero Juan Pedro Galán, contra el que va a interponer en los próximos días una querella criminal de manos del abogado Marcos García Montes, finaliza su lucha de investigación personal anunciando que su madre, Isabel Aguilar, “me ha confesado que mi padre biológico es Juan Galán”, padre de Juan Pedro Galán y de Rocío Galán y Eva Galán.

Carlos Aguilar dice que “era un secreto a voces en una historia de mentiras, de idas y de venidas”. La historia es ya bien conocida. Corría el año 1973 cuando Isabel Aguilar dio a luz en Jerez a un niño. Isabel Aguilar, sin posibilidades económicas para mantenerlo, optó por dejarlo en una casa de acogida de niños, conocida como ‘casa cuna’ en esos tiempos. Se separó así de su hijo, al que puso por nombre Carlos y de apellido Aguilar.

Carlos Aguilar

Isabel, que por entonces entrenaba para ser torera -llegó a serlo-, conoció en el mundo taurino antes de dar a luz a Juan Galán, también torero y trece años mayor que ella. Se convirtió en su amante y esas relaciones perduraron en el tiempo sin que nadie lo supiera.

Sin embargo, todo cambió cuando, en 1976, la mujer de Juan Galán, Manuela Naranjo, falleció como consecuencia de una enfermedad. Juan e Isabel optaron por formar una nueva familia a la que Juan Galán aportaba sus tres hijos -Juan Pedro, Rocío y Eva- e Isabel, al niño que dejó en la casa de acogida de menores que para esa nueva familia recuperó, Carlos Aguilar.

Juan Galán e Isabel Aguilar.

Aguilar asegura que “me mandaron a una casa cuna en aquellos años porque era un escándalo si se sabía que mi padre Juan Galán, que estaba casado, tenía una relación con mi madre. Y hablo con propiedad pues existe un acta notarial donde manifiestan mi madre y mi padre Juan Galán que son como un matrimonio desde el año 1973, conociéndose desde años antes. Y reza que la madre biológica de Juan Pedro Galán, Rocío Galán y Eva Galán, que fuera mujer de Juan Galán, falleció en el año 1976. Lo manifiestan ellos ante notario”.

“A mi madre -señala Carlos Aguilar- esta historia no le agrada nada. Pero yo sospechaba desde un principio que mi padre biológico era Juan Galán, aunque han pasado muchos años sin tener la confirmación”.

La historia dio un nuevo giro tras fallecer Juan Galán. Su hijo Juan Pedro dijo que no reconocía a Carlos Aguilar como miembro de la familia, es decir, como hermano suyo, y entendía que por lo tanto no tenía derecho a percibir parte de la cuantiosa herencia que había dejado Juan Galán. Carlos Aguilar no compartía esa tesis y comenzó a realizar múltiples gestiones para demostrarlo.

Ahora dice que “en breve sentaré a mi hermano Juan Pedro Galán en el juzgado y recalco que tiene el panorama muy complicado. Tiene pendiente el juicio de la Operación Toscana, por la que pasó por prisión por delitos muy graves. Ahora afronta la demanda civil y también la querella criminal que interpondré esta próxima semana de la mano del abogado Marcos García Montes por los supuestos delitos de falsedad documental, estafa, apropiación y alzamiento de bienes. Mi hermano engañó a mi madre, que es su madre y la de sus hermanas”.

Carlos Aguilar denuncia que Juan Pedro Galán “sigue sin dar la cara” y le pide que le haga “daño a mí, no a la madre que le crió. Pero no, es una mala persona que está haciéndole daño a su madre. Pero mi abogado me asegura que va a pagar por todo lo que está haciendo. Lo dije en su día y lo repito, es un estafador que ha falsificado firmas”.