El presidente del Clúster Turístico Destino Jerez, Antonio Mariscal, ha salido en defensa de "la evolución positiva" que están sufriendo las zambombas, tras algunas quejas vecinales que han provocado estas celebraciones y la masificación del centro durante el pasado puente festivo. 

Mariscal manifestó incluso que se han observado mejoras con respecto al año anterior, no sólo por la mayor asistencia de personas, "sino también porque afortunadamente el Ayuntamiento se ha puesto las pilas y ha empezado a poner medios". En este sentido, hace referencia al refuerzo de la limpieza, "que se echaba en falta otros años" y al plan de tráfico con restricciones en determinadas calles. "No era normal que hubiera en Jerez calles con más tráfico de personas que incluso en Semana Santa y nos encontráramos con que pasaban coches".

Desde el Clúster opinan que la Administración local está poniendo de su parte para que "las zambombas sean sostenibles en cuanto al impacto que tienen en la ciudad, intentando potenciar lo positivo y reducir en la medida de lo posible los aspectos negativos, que siempre los hay cuando se produce una gran concentración de personas, igual que puede ocurrir en la Semana Santa o en la Feria".

Mariscal señaló que en nada coincide con que las zambombas hayan convertido el centro histórico en un macrobotellón, como ha denunciado la asociación de vecinos de estos barrios. "Las críticas han sido en exceso. Es una fiesta que se desarrolla en la tarde noche, además están prohibidos los equipos de amplificación en la calle, con lo cual es el ruido que pueden generar las personas. Lógicamente puede haber algunos comportamientos incívicos, pero también hay que resaltar que no ha habido ningún incidente, lo que es llamativo sabiendo la cantidad de personas que había en la calle. Es decir, son unas fiestas en las que se convive de forma bastante razonable".

Recordó que, desgraciadamente, el casco histórico está en silencio "al menos 340 días de los 365 que tiene el año. Su principal problema no es la masificación" y mantuvo que los problemas que pueden provocar las zambombas son razonables. "Más soportan los vecinos de la plaza del Caballo o El Bosque, con la Feria o los de la avenida con el Gran Premio. Otra cosa es que fuera todos los fines de semana, pero es algo puntual".

El responsable del Clúster resaltó que en un momento en el que hay ciudades que compiten por ver quién pone más luces navideñas, "resulta que nosotros tenemos una Navidad donde el atractivo está en las tradiciones y la cultura, unas fiestas sostenibles, que han potenciado los propios ciudadanos".

No obstante, admitió que todo es mejorable. "Las zambombas han ido evolucionando y se han visto nuevas necesidades y el Ayuntamiento deberá ir dando respuestas".

Tampoco coincide con los que critican que estas celebraciones han perdido su esencia y autenticidad. "Las zambombas tradicionales se perdieron en los 70 y los 80. Estaban en vía de extinción y ahora al haber tanta proliferación también hay más tradicionales".

El Clúster va más allá y promueve que sea declarada Fiesta de Interés Turístico, que consigan atraer visitantes no sólo los fines de semana y que se extiendan incluso fuera del Jerez urbano. "Se nos abren muchas posibilidades que no podemos desaprovechar y además es una fiesta muy democrática cuyos efectos económicos están muy repartidos y que genera empleo".