Desde hoy día 23,  la unión temporal de empresas (UTE) conformada por FCC y Cointer tiene a su cargo la prestación del servicio de recogida de residuos y limpieza viaria de la ciudad. La firma sustituye a Urbaser, que ha prestado este servicio durante las dos últimas décadas. 

A mediodía, la compañía dio a conocer en el Zoobotánico una muestra de la nueva maquinaria que a partir de ahora empezará a funcionar en este servicio. La flota estará conformada por 13 recolectoras de carga lateral, otros 13 con el mismo sistema de recogida, otros nueve de carga trasera, siete compactadoras, dos camiones lavacontenedores, 170 barredoras y 70 triciclos para la limpieza viaria. A estos se suman dos puntos limpios móviles, un camión para recogida de enseres, 11 ‘pick up’ para el barrido de zonas periféricas y 10 vehículos de inspección. Asimismo se prevé la sustitución progresiva de todos los contenedores (se estiman unas 5.500 unidades nuevas).

La nueva compañía prestará este servicio durante los próximos nueve años, con derecho a uno más de prórroga, tras haber presentado una oferta que supera los 186,8 millones de euros. Asimismo, se prevé que a partir del lunes se inicie un plan de choque que tendrá un mes de duración y que comenzará por la zona centro para luego extenderse hacia el resto de la ciudad. 

La alcaldesa, Mamen Sánchez, aseguró durante la presentación de esta nueva maquinaria que el nuevo servicio tendrá una "maquinaria y un servicio más moderno". "Hemos puesto muchas esperanzas en esta nueva empresas así que esperamos tener una buena relación y un diálogo durante este tiempo", afirmó. En este sentido, afirmó que el contrato incluye estar en los barrios "tres veces por semana". 

Tal y como establece el pliego de condiciones que reguló esta adjudicación, la nueva concesionaria ha tenido que subrogar a toda la plantilla adscrita a este servicio. Ahora bien, se han realizado unas 60 contrataciones, por el momento. El gerente de la concesionaria, Manuel Calderón, indicó que se ha realizado una "fuerte apuesta" por la inclusión laboral de personas con discapacidad, una iniciativa en la que ha colaborado la Once. 

FCC debería haber empezado a prestar este servicio el pasado 1 de abril pero la adjudicación sufrió un revés al ser anulada tras un recurso presentado por la anterior concesionaria, Urbaser, que aspiraba a mantener la explotación de este servicio. Esto provocó que tuviera que licitarse nuevamente aunque la compañía saliente volvió a recurrirlo, aunque en este caso el Tribunal de Recursos Contractuales de la Diputación de Cádiz lo desestimó permitiendo así la firma del contrato que ahora entra en vigor.