El próximo 16 de junio se celebrará el pleno extraordinario del vino para la aprobación de la convocatoria de elecciones al Consejo Regulador, que de cumplirse los plazos previstos se celebrarán a principios de septiembre, siempre que no medie causa de fuerza mayor que obligue nuevamente a alterar el calendario.

La convocatoria se reactiva tras la reanudación el pasado 1 de junio de los plazos administrativos, cuya suspensión a causa de la crisis del Covid-19 provocó la paralización de los trámites previos a la puesta en marcha del proceso electoral para la renovación de los vocales del Consejo.

No en vano, el calendario inicialmente previsto contemplaba la celebración de las elecciones en el presente mes de junio, en el que expiraba el mandato de los actuales vocales del pleno, que se ha visto prorrogado por la suspensión de los plazos administrativos.

Tras la votación a principios de septiembre, en el plazo aproximado de dos semanas se procederá a la constitución del nuevo plenario, compuesto por veinte vocales que son elegidos democráticamente cada cuatro años, la mitad del sector productor (cooperativas y viñistas independientes) y la otra mitad del sector comercializador (bodegas).

El proceso se retoma tras la reanudación de los plazos administrativos suspendidos durante el estado de alarma 

Antes de la convocatoria, quedan algunos flecos por cerrar, caso del redondeo sobre un vocal del sector productor que actualmente está en poder de los viñistas independientes –en posesión de seis vocalías en el presente mandato– y que podría caer del lado de las cooperativas –cuentan con cuatro vocalías por el sector productor y una por el sector comercializador– tras el aumento de la superficie de viñedo en su poder en los últimos años.

El Consejo Regulador elevó consulta a la Consejería de Agricultura, aún sin respuesta, sobre este asunto, que no es baladí, ya que el reparto de vocales de cara al nuevo proceso electoral está muy reñido en algunos censos, hasta el punto de que no se descarta que sensibilidades distintas a las que hasta ahora han tenido mayor fuerza en el pleno den un golpe sobre la mesa.

Está por ver, pues al margen de la decisión que adopte la Consejería sobre el redondeo por la superficie de viñedo, hay al menos otras tres vocalías en las que puede haber sorpresas. Uno de estos sillones es el del vocal de viñedos de menos de 20 hectáreas –el sistema electoral respeta las minorías–, también en manos de Asevi-Asaja aunque de forma excepcional -se puede decir que lo tienen prestado-, ya que los viñistas independientes accedieron en los últimos comicios a esta vocalía por la retirada de Coag en el último momento en disconformidad con la forma de ejercer el voto. Esta última organización agraria aún no ha decidido si peleará de nuevo por volver a sentarse en el pleno del vino.

Por otra parte, dentro de la representación del sector comercializador, está previsto ampliar de una a dos las vocalías de la Manzanilla de Sanlúcar, sin que tampoco esté muy claro que Fedejerez pueda retener este segundo vocal en su poder.

La única vocalía de la manzanilla reconocida hasta ahora la ostenta Barbadillo, y otra firma sanluqueña que tampoco está afiliada a Fedejerez da por hecho que el segundo vocal caería de su lado, con lo que la patronal bodeguera jerezana pasaría de ocho a siete vocales, entre ellos el del Vinagre de Jerez, que hasta ahora siempre ha estado en su poder, aunque también podría haber movimientos para intentar disputárselo.

Fedejerez lamenta la falta de respuesta de la Junta a su solicitud de amparo ante la imposibilidad de defender en las urnas sus viñas

Fedejerez no tiene posibilidad de ampliar vocales ya que da por perdida la posibilidad de presentarse por el censo de los productores como propietarios de viñas –las bodegas son titulares de aproximadamente el 30% de la superficie de viñedo del Marco– ante la falta de respuesta de la Consejería de Agricultura a su solicitud de amparo en este apartado, que perdió con anterioridad en los tribunales.

La patronal bodeguera lamenta esta “falta de consideración” de la Junta de Andalucía a los “legítimos derechos” de las bodegas a manifestar su opinión y defender sus intereses a través de las urnas, pues “se está cercenando a un tercio del viñedo” cuando recuerda que en otras regiones vitivinícolas de peso, caso de Rioja, si están permitidas las candidaturas de bodegueros por el sector comercializador y por el productor.