El Defensor del Profesor sobre el apuñalamiento en el IES Elena García Armada: un caso "complicado" en el que también hay que proteger al menor

El Defensor del Profesor de ANPE ha alertado de que, aunque lentamente, las agresiones a los docentes "siguen aumentando" en los centros educativos, donde "se han llegado a utilizar armas blancas".

En concreto, el informe Estatal del Defensor del Profesor, presentado este martes por el sindicato, recoge que, de las 1.947 actuaciones realizadas en el curso 2022-2023, el 7% fueron por agresiones de alumnos a profesores, un punto porcentual más que en el curso anterior, mientras que las agresiones de padres a docentes se mantienen en un 3%.

En referencia al caso de Jerez, donde un menor fue detenido tras agredir con un arma blanca a tres profesores y dos niños en el IES Elena García Armada, Hernández ha defendido que se trata de un caso "complicado" en el que también hay que proteger al menor. "Consideramos que es un caso aislado y seguramente tendrá su razonamiento a nivel de salud mental. No tenemos que bajar la guardia porque es muy fácil llevar armas blancas al centro educativo", ha advertido.

No obstante, ha matizado que en España "de momento" la situación va "bien" en cuanto a las armas blancas detectadas en los colegios, a diferencia de Estados Unidos donde "es muy fácil acceder a armas".

"No tenemos que estar alarmados ni pensar que nuestro alumnado va a ir con armas blancas a los centros, pero tenemos que estar atentos", ha dicho. La coordinadora estatal del Defensor del Profesor también ha apostado por diferenciar las agresiones en las que el alumno tiene problemas de salud mental y aquellas en las que los jóvenes "se imponen como líderes ante un grupo agrediendo o ridiculizando tanto a alumnos como a docentes".

Ciberacoso

El informe apunta que la complejidad de los casos sigue aumentando con factores como el ciberacoso, las falsas acusaciones a docentes, agresiones físicas o acoso encubierto que "llega a normalizarse". Analizando los problemas con el alumnado, el 22% de los docentes informan de faltas de respeto de los alumnos, el 21% de problemas para dar clase, y otros 20% de falsas acusaciones.

El Defensor del Profesor también observa un aumento de casos que tienen que ver con la digitalización: ciberacoso al profesor, suplantación de identidad en redes sociales para ridiculizarlo, envío de amenazas o presión para subir las notas.

También ve "preocupante" el aumento e intensidad de los casos de violencia física. En concreto, el 5% de las actuaciones han sido por ciberbulling; el 7% por conductas agresivas entre alumnos; el 22% por faltas de respeto de alumnos; el 10% por acoso de alumno al profesor; el 14% por amenazas del alumno al profesor; el 20% por falsas acusaciones de alumnos al profesores; o el 2% por daños a la propiedad.

Mal uso de la tecnología agrava los problemas

El Defensor del Profesor incide en que el mal uso de la tecnología "ha acrecentado el empeoramiento de la salud mental" y recalca que el uso de las redes sociales "conlleva paradójicamente implícito el aislamiento social".

"En la era de la comunicación, las conductas asociadas al aislamiento social han aumentado", puntualiza. Por otro lado, el informe apunta que la relación con la Administración es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los docentes. Precisamente, el 33% manifiestan dificultades en el entorno laboral derivadas del desarrollo tardío de la nueva Ley Educativa que llegó, en muchos casos, a pocas semanas del inicio de curso.

"A ello habría que añadir la falta de docentes para atender las necesidades del alumnado, ratios altas, activación de más protocolos para atender la salud mental y el aumento de la responsabilidad de los docentes sobre estas situaciones", refleja el documento.

Entre sus reivindicaciones, el Defensor del Pueblo solicita la tolerancia cero ante cualquier caso de agresión, tenga el origen que tenga; cuidar la salud física y emocional de los docentes para que "sigan siendo el pilar fundamental para la educación y formación de la sociedad"; apoyar la implantación del Coordinador de Bienestar con implementación horaria suficiente y formación adecuada a su perfil profesional; disminuir el "exceso de burocracia" en los centros educativos; o una mayor inversión para desarrollar nuevas metodologías y atender al alumnado desde la inclusión y la diversidad.