Economía municipal

La deuda del Ayuntamiento vuelve a estar por encima de los 1.000 millones

  • 2020 cerró con un débito total de 1.016 millones, la cifra más alta de los últimos años

  • El incremento se debe al aumento de la deuda viva por los préstamos del Ministerio de Hacienda

La alcaldesa y la delegada de Economía, durante un pleno municipal.

La alcaldesa y la delegada de Economía, durante un pleno municipal. / Pascual

La deuda total del Ayuntamiento jerezano superó de nuevo el pasado año la barrera de los 1.000 millones de euros. Según se recoge en el balance de las cuentas generales de 2019 y 2020 que se abordarán el próximo martes en la comisión plenaria competente, el pasivo municipal se situó al cierre del pasado año en 1.016.352.025,32 euros, casi 18,6 millones más que en el ejercicio precedente.

En 2016, y tras concatenarse varios años de continuos incrementos, el Ayuntamiento logró bajar de la barrera de los 1.000 millones de euros de débito (este dato incluye tanto el Ayuntamiento como las empresas y fundaciones municipales). Desde entonces ha ido alternando ligeras subidas y bajadas, aunque en los dos últimos años ha habido alzas interanuales.

El continuo aumento de la deuda financiera es el motivo de este incremento pues el Consistorio continúa acogiéndose a las líneas de crédito que habilita el Ministerio de Hacienda. No en vano, el pasivo financiero total, que ascendió en 2020 a 785,9 millones (aumentó en 25,3 millones respecto al año anterior), supone ya en torno al 77% del débito total del Consistorio. Eso sí, tal y como se recoge en el plan de ajuste recientemente renovado (aunque pendiente del visto bueno de Hacienda), en este año el adeudo con las entidades de crédito continuará en aumento y no se prevé que hasta 2023 empiece a rebajarse.

De hecho, en las cuentas de 2021 sufrirá un notable incremento la deuda financiera una vez se formalice el préstamo con el que se pretende liquidar el débito histórico con la Tesorería General de la Seguridad Social y la Agencia Tributaria, que supera los 94 millones de euros. Ahora bien, apenas tendrá efectos en el balance patrimonial ya que esta operación supondrá un cambio del epígrafe donde se contabilizan estos datos porque su importe ya está incluido en la deuda total.

Ahora bien, estas líneas de crédito habilitadas por el Ministerio de Hacienda suponen un balón de oxígeno para la tesorería al darle liquidez para atender el pago de sentencias condenatorias, afrontar liquidaciones de otros préstamos, atender devoluciones de ingresos cobrados de más del Estado o, incluso, liquidar facturas. De hecho, estas medidas de rescate, a la que el Ayuntamiento se está acogiendo desde que se habilitaron los primeros pagos a proveedores en 2012, le ha permitido rebajar su deuda a corto plazo. Así, el pasivo corriente del Ayuntamiento al cierre del ejercicio anterior fue de poco más de 264 millones, 13,8 millones menos que 2019, el importe más bajo en más de una década.

La bajada en la deuda a corto plazo se ha producido gracias a la reducción de la cuenta de los acreedores (donde están incluidos los impagos con los proveedores), que se ha rebajada en el último ejercicio cerrado en más de 20,6 millones. De hecho, cuando la delegada de Economía, Laura Álvarez, presentó el pasado miércoles los resultados de estas cuentas, únicamente se refirió a la bajada de los impagos con los contratistas cuando aludió a la deuda municipal. En esta comparecencia este medio le solicitó el dato de la deuda total del Ayuntamiento sin que el gobierno atendiese la petición.

Mientras tanto, también se redujeron los impagos con otras administraciones públicas a corto plazo, que se situó en los 18,6 millones.

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