Este mes de mayo hace un año que Lourdes Sánchez y Rafael Hurtado abrieron su propia heladería. Tuvieron un buen arranque y gran verano, pero al llegar las fiestas de Navidad decidieron cerrar la temporada, con la intención de volver a abrir sus puertas en febrero. Apenas tres semanas de la vuelta al trabajo, el coronavirus trastocó todos sus planes. 

El estado de alarma les obligó a volver a echar la cancela, con la incertidumbre de qué pasaría y hasta cuándo no volverían a servir. Pero este matrimonio lejos de quedarse de brazos cruzados 'recicló' su heladería y como otros muchos negocios en Jerez, comenzó a vender a domicilio. Sí, helados a domicilio. 

"Teníamos mucho material y al principio comenzamos a vender a domicilio sólo los fines de semana. Pero la aceptación fue tan grande que ahora también lo hacemos entre semana. Agradecemos cómo nos ha acogido la gente porque no era fácil", declara Sánchez. Gracias a este reparto y a la futura reapertura de su terraza, estos empresarios "comenzamos a ver un poco la luz".