Hombre, entre 26 y 45 años y con grave deterioro, perfil del que vive en la calle

Frente a la persona madura, con adicciones cronificadas, que acaba recurriendo a los servicios de un albergue, el perfil del indigente que duerme en la calle es el de una persona más joven, entre los 26 y los 45 años, en algunos casos incluso menores de 18 años, según los datos que maneja la delegación de Bienestar Social. No ha sido hasta el pasado año que el Ayuntamiento ha empezado a tener un conocimiento real de la situación de las personas que duermen en la calle en Jerez. "Veíamos que este campo tampoco estaba cubierto por ninguna otra entidad social, a excepción de la unidad móvil que tiene Cruz Roja, que es algo más asistencial, por lo que decidimos sacar a un equipo a la calle", indicó el delegado de Bienestar Social. Este equipo está compuesto por un coordinador técnico, una psicóloga, una trabajadora social y una educadora que, en colaboración con los agentes de la Policía Local, interviene directamente con estas personas. El equipo de trabajo mantiene entrevistas para conocer su situación y valora los posibles recursos que se le pueden ofrecer con el fin de facilitar su alojamiento en el albergue y su inclusión en el programa de inserción social. También se intenta contactar con familiares y vecinos, instituciones que hayan trabajado anteriormente con estos 'sin techo' al objeto de obtener información y ofrecer un diagnóstico.

Jiménez puntualizó que se trata de personas con un gran deterioro físico y psicológico, que pueden sufrir enfermedades mentales y adicciones y la mayoría carece de información de los recursos y servicios existentes o no tiene capacidad para solicitarlos o buscarlos.

De las 71 personas que se 'captaron' en la calle, 11 fueron mujeres y 60 hombres y en cuanto a su procedencia sólo 15 eran de Jerez, 24 de la comunidad autónoma andaluza, 25 personas eran de países europeos, cuatro sudamericanas y otras cuatro africanas. Tras la intervención que hizo el equipo de calle, 32 personas fueron derivadas al programa de baja exigencia, 11 recibieron orientación laboral, a una persona se le facilitó la búsqueda de una vivienda en alquiler y otras 15 necesitaron orientación y apoyo psicológico.