Casi mil personas utilizaron en 2009 el albergue municipal

Un 33% de los usuarios permaneció entre un mes y seis meses y consiguió, a través de distintas intervenciones de los técnicos, iniciar su reinserción social · La crisis no ha disparado los datos

Casi mil personas utilizaron en 2009 el albergue municipal
Casi mil personas utilizaron en 2009 el albergue municipal
Gloria Moreno / Jerez

29 de junio 2010 - 01:00

Cerca de 1.000 personas, 926 en concreto, pasaron el pasado año por el albergue municipal, denominado también centro de acogida e inserción social y fueron atendidos en los diferentes programas que se llevan a cabo en el mismo, incrementados durante 2009 con el programa de baja exigencia y el de intervención con las personas que duermen en la calle. No obstante, la crisis, según explicó el delegado municipal de Bienestar Social, José Manuel Jiménez, no ha disparado las cifras de usuarios. "Es posible que haya influido algo, porque abre el campo para que más gente esté en la calle, pero la diferencia con 2008 no es alarmante".

Un total de 595 personas, el 81% hombres y mayoritariamente con una edad comprendida entre 46 y 55 años, fueron atendidas dentro del programa de acogida e inserción social, de los que 243 fueron transeúntes, 163 accedieron a la atención para la inserción social, 15 fueron acogidos en el programa de emergencia sociales y 186 utilizaron los servicios externos. En cuanto a la procedencia, 217 usuarios eran de la provincia (105 en concreto de Jerez), 203 de otras comunidades autónomas, 62 de países europeos y 116 de otras nacionalidades.

Jiménez, insistió en desterrar la idea de que en el albergue sólo se permite permanecer tres días y aseguró que un 33% de las personas está en las instalaciones entre 31 y 180 días. "Cada vez están durante más tiempo en el albergue con el fin de trabajar con ellas. Hay que acabar con esa impresión de que la gente que está en la calle no se recupera, porque los datos demuestran lo contrario, aunque es verdad que hay un porcentaje de personas que decide de forma voluntaria no entrar en ningún programa". Son los típicos transeúntes, generalmente en situación de desarraigo y sin recursos económicos, que no están empadronados en Jerez ni tienen establecida su residencia en la ciudad. Se les permite estar en el centro entre tres y seis días cada tres meses aunque los plazos varían en condiciones especiales o excepcionales que son valoradas por los técnicos. El año pasado fueron 234 usuarios y aunque permanecen poco tiempo en el albergue se les da información y asesoramiento para diferentes trámites. Además tienen derecho a desayuno, comida y cena y la ducha es obligatoria.

Pero es en el programa de reinserción social en el que los técnicos intervienen de forma personalizada con cada usuario (163), teniendo en cuenta que muestran voluntad de arraigo y capacidad para insertarse socialmente. Son lógicamente los que residen durante más tiempo en el albergue, hasta seis meses, prorrogable otros seis. Los técnicos elaboran un diagnóstico de inserción y unas pautas de los pasos a seguir para intentar que normalicen su vida. Un 18% de los casos se han resuelto en coordinación con programas de rehabilitación como el Proyecto Hombre, Brote de Vida y el Centro de Tratamiento de Adicciones. Otro 34% se ha orientado hacia la búsqueda de empleo tanto en Jerez como fuera, el 7% ha vuelto a su domicilio familiar, en un 34% de los casos se ha trabajado en la consecución de una vivienda de alquiler, a veces con recursos de la propia delegación de Bienestar Social, el centro de día El Salvador o Cáritas. Hay otro 12% de estas personas que han acabado en otro tipo de alojamiento como residencias de mayores, pisos de acogida, casas para enfermos de VIH Sida y el 7% se dio de baja voluntaria del programa que estaba siguiendo.

El albergue acoge por otra parte a personas o familias que se ven obligadas a salir de sus domicilios bien por problemas de inundaciones, derrumbes, incendios o malos tratos y precisan de un alojamiento temporal. En estas circunstancias se atendieron el pasado año a 15 personas. Jiménez resaltó que cada vez se utiliza menos el albergue para acoger a familias cuando hay menores "porque no nos parece el lugar más adecuado para ellos e intentamos buscarles otro tipo de alojamiento". El delegado de Bienestar Social puso como ejemplo que a alguna de las familias afectadas por las inundaciones del pasado invierno se les ofreció el albergue, pero no quisieron aceptarlo.

Además, otras 168 personas fueron atendidas por el albergue, aunque no durmieron en las instalaciones. Se trata de personas marginadas sin hogar en condiciones de grave deterioro, desarraigo y en una situación cronificada. El perfil es el de un varón entre 45 y 60 años, al que se intenta cubrir las necesidades básicas como comedor, aseo personal, lavandería y ayudas para medicación siempre prescritas por los médicos.

Uno de los programas que se incorporó en diciembre de 2008 fue el de baja exigencia y que nació como consecuencia del servicio que se ofrecía durante los meses de frío. "Vimos que las necesidades de estas personas eran iguales en todas las épocas del año y este gobierno lo transformó en un programa permanente". A las 30 camas del albergue se unieron 12 para este servicio, que pueden llegar a 16 y cuya ocupación es del 100%. A lo largo de 2009 han pasado por el mismo 357 personas, todos hombres a excepción de tres mujeres. Por nacionalidades, 60 usuarios eran de Jerez, 149 de la comunidad autónoma, 37 del resto de España, 51 de países europeos, cuatro sudamericanos, 46 africanos y diez de otras nacionalidades. De nuevo, la edad entre 46 y 64 años conforma el segmento más numeroso.

En este programa de baja exigencia, en el que se ofrece desayuno y cena, la única condición que se le pone al usuario es, según explicó Jiménez, el respeto hacia los demás.

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