La última oleada de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año vuelve a poner de manifiesto los efectos de la reforma laboral, que favorece el empleo indefinido a costa del temporal, sin que la subida de los primeros llegue a compensar la caída de los segundos.

Según el informe de la EPA, publicado días atrás por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, de enero a marzo se registraron en España 164.000 contratos indefinidos más frente a 210.000 contratos temporales menos, lo que supone una merma de 46.000 contratos respecto al mismo periodo del año anterior, situación que se ve agravada por la incorporación en la anterior reforma de 2012 del despido barato o rebaja de las indemnizaciones, una de las líneas rojas de la patronal CEOE en la negociación de la nueva norma.

Los datos de afiliación a la Seguridad Social, correspondientes al mes de marzo, el último del periodo transitorio para la entrada en vigor de los últimos preceptos del nuevo marco legal, hace aflorar en cierto modo el lado oscuro de la reforma laboral, que en el caso de Jerez se traduce en la destrucción de algo más de 400 empleos.

De acuerdo con las estadísticas del Ministerio del ramo, el municipio jerezano cerró marzo con 62.612 afiliados, 409 menos que en febrero (-0.64%), retroceso que los expertos explican en la anticipación de las empresas a la adaptación a la nueva norma y, sobre todo, el la inflación, desbocada en marzo hasta cerca del 10%, mientras que el Gobierno esgrime que hay menos empleo, pero de más calidad. La caída mensual contrasta con el repunte interanual de 3.437 cotizantes (+5.8%), que se dispara por encima de los 6.000 afiliados en relación a marzo de 2020 (+10.50%), el mes de inicio de la pandemia por la declaración del estado de alarma y el confinamiento de la población, que dieron lugar a un desplome sin precedentes del empleo en la ciudad.

Pese al descenso mensual, la afiliación a la Seguridad Social supera los niveles del último mes de marzo antes de la pandemia, el de 2019, en el que Jerez contaba con poco más de 62.000 trabajadores con alta laboral, del orden de 600 menos y un punto porcentual menos que el dato actual, el mejor del mes de marzo desde los 69.520 registrados en 2008, hace ya 14 años.

Jerez mantiene en lo que va de año 844 afiliados más pese a la caída de marzo, que rompe con dos meses consecutivos de subida tras los que llegó a crear unos 1.250 empleos respecto al dato del cierre del ejercicio anterior, volviendo a superar en febrero la barrera de los 63.000 afiliados 27 meses después.

El Régimen Agrario no levanta cabeza

De todos los regímenes en los que se dividen los trabajadores con alta en la Seguridad Social, el Agrario es el único que registra retrocesos en la evolución mensual (-2,38%), interanual (-6.43%), desde el inicio de la pandemia (-6.71%) y desde antes de la misma (-14.28%).

La caída del Régimen Agrario, que cuenta con 2.167 afiliados al cierre de marzo, es fiel refleja de la difícil situación que atraviesa el sector, agravada por el incremento de costes tras la guerra de Ucrania y una reforma de la PAC que no convence a nadie fuera del Ministerio del ramo.

El Régimen General, el saco al que van a parar la práctica totalidad de los trabajadores por cuenta ajena, y el Régimen de Autónomos, por contra, salvan el último mes con ligeras caídas, para cerrar el último año y el último bienio con fuertes avances, más limitado en el último trienio.

Los afiliados del Régimen General, 48.848 a último día de marzo, registran un descenso del 0,7% en marzo respecto a febrero frente al repunte del 7,3% interanual y del 12,4% en relación al inicio de la pandemia. Su registro actual también supera en cerca de siete décimas al de antes del estallido de la crisis sanitaria.

Los autónomos, por su parte, se mantienen en máximos históricos con 10.749 afiliados, apenas una décima menos que récord absoluto alcanzado en febrero. El colectivo de trabajadores por cuenta propia gana cerca de un 3% en los últimos 12 meses y crecen por encima del 7% desde la declaración del Estado de alarma, en marzo de hace dos años. Su saldo también es positivo, en concreto un 6,7%, en comparación con el dato de antes de la pandemia.

Los empleados del hogar, régimen que no llega al millar de cotizantes en Jerez (848 para ser exactos al cierre de marzo), presentan una evolución más dispar, con subidas del 1,67% en el último mes y del 1,92% desde el inicio de la pandemia, y bajadas del 0,46% y del 1,28% en el último año y en relación a sus registros de antes de la pandemia, respectivamente.

Los datos de afiliación a la Seguridad Social en Jerez del pasado mes de marzo están condicionados por la Semana Santa tardía, cuya aportación al empleo se verá este año en abril, mes que también se beneficiará de parte del Mundial de Motociclismo celebrado este fin de semana en el circuito jerezano, a caballo este año entre abril y mayo, mes este último en que se pondrá fin a la temporada de grandes eventos de la ciudad con la Feria del Caballo.

Abril y mayo, salvo sorpresa, enderezarán el rumbo del empleo en Jerez para afrontar la temporada de verano, que suele arrancar con buen pie para desinflarse nuevamente en su recta final.

Pero habrá que esperar un año, hasta marzo de 2023, para medir con más precisión los efectos de la reforma laboral sobre el empleo en una de las ciudades más afectadas por el paro dentro de la provincia con la mayor tasa de desempleo del país, siempre según los datos de la última oleada de la Encuesta de Población Activa del primer trimestre del año, marcada por una inflación como no sufría España desde hace casi tres décadas.