La página ecuestre

Llega Cavalia, un sueño de libertad

  • Los creadores del Circo del Sol traen a España un show ecuestre único que resalta los lazos históricos entre hombre y caballo. Para ello, el circo canadiense ha buscado ejemplares con orígenes jerezanos

"Lo hemos capturado; lo hemos domesticado; todo nos lo ha dado; todo se lo hemos quitado; lo hemos explotado; le hemos pegado, golpeado, violentado; su libertad le hemos robado; lo hemos domado; de su velocidad y su fuerza nos hemos apoderado. Nos ha dado nuestra libertad; ha tirado de carros, carretas y carros de guerra; nos ha librado del hambre, la sed y el frío de la tierra; su carne nos ha alimentado y nos hemos abrigado con su pelambreý El caballo que nos ha alimentado y ganado batallas por nosotros lo hemos sustituido por el caballo de vapor". Este resumido poema de Normand Latourelle, creador del Circo del Sol, no puede sintetizar mejor la esencia de Cavalia, Sueños de libertad, su última creación, una puesta en escena como nunca antes se ha visto en la que se resaltan de una manera brillante los lazos físicos y psicológicos entre hombre y caballo.

El espectacular show que acaba de llegar a Europa después de estar más de tres años en Estados Unidos y Canadá, donde ha conquistado a la crítica, es un justo y merecido reconocimiento al noble bruto, que ha acompañado y ayudado indefectiblemente al desarrollo de la humanidad. El caballo es el hilo conductor de una espectacular odisea ecuestre multimedia que adornan acróbatas, trapecistas y bailarines. Guardando un asombroso parecido con su antecesor el Circo del Sol, Cavalia es igualmente un regalo para los sentidos, gracias a la sensibilidad de su creador, que juega de manera sublime con las luces, los colores y la música. Un espectáculo cargado de belleza plástica y estética.

Todo en el show ha sido minuciosamente diseñado. Los caballos, los jinetes y amazonas (dirigidos magistralmente por el director ecuestre, el francés Frédéric Pignon), la música, el vestuario, las luces, los coloresý Cavalia hace en doce números un resumen de las etapas en las que caballo y hombre han caminado juntos: la prehistoria, el imperio romano, la conquista del oeste americano... Un singular repaso histórico marcado por las asombrosas actuaciones del francés Frédéric Pignon y sus sementales, una relación que se cimenta en la paciencia, el amor y el respeto absoluto por el caballo.

La propia comunidad científica no encuentra una explicación fehaciente para explicar la particular relación que guardan determinados adiestradores con sus animales. Este es el caso del jinete o domador francés Frédéric Pignon y su mujer Magalli Delgado, absolutos protagonistas y artífices del show Cavalia. El matrimonio utiliza un planteamiento de trabajo con los caballos que, además de ser etológico, es decir basado en el estudio del comportamiento de los animales en su hábitat natural, está marcado por la amabilidad y la complicidad. Pignon ha destacado durante la presentación oficial del espectáculo para la prensa española que tuvo lugar en Dusseldorf (Alemania), que el motivo reside en que "nunca intimido a los caballos". A través de la observación inteligente de los caballos han podido desarrollar una comunicación perfecta que no se apoya en el lenguaje afectivo humano, sino en el lenguaje de los propios caballos porque, para Pignon, "los caballos tienen un lenguaje infinitamente más perfeccionado que el humano y, por supuesto, saben mucho más de comunicación. Ellos son capaces de saber tu estado de ánimo sólo con olerte o mirarte y sin conocerte de nada. Esto el hombre no lo puede hacer".

Para el director ecuestre de Cavalia, no es necesario utilizar un vocabulario al uso, pues es algo demasiado abstracto al oído del caballo. Los sonidos que pasan desapercibidos y, sobre todo, los gestos y expresiones faciales, reemplazan con mayor efectividad a las palabras, porque en el mundo de los caballos lo que predomina es el lenguaje corporal.

A diferencia de lo que pueden hacer otros adiestradores de caballos, Frédéric Pignon y Magalli Delgado dirigen a los caballos empleando una persuasión que se apoya en el refuerzo positivo, antes que en la coacción. "Para nosotros la clave es dotar al caballo de seguridad, de confianza en el hombre y esto sólo lo conseguimos respetándolos". Haciendo una lectura científica de la extraña pero mágica relación entre los caballos y Pignon, se podría destacar que el grupo de animales han convertido al adiestrador en el líder del grupo, de la manada, al que siguen, al que respetan, al que obedecen.

Y esto es lo que los espectadores pueden contemplar en Cavalia: espléndidos sementales de Pura Raza Española y Lusitana dirigidos por un líder humano encarnado en la persona de Frédéric Pignon. Pues bien, varios de los ejemplares de Pura Raza Española y Lusitana que han tenido la suerte de caer en la cuadra de Cavalia encuentran su origen en ejemplares de Jerez. Por citar algún ejemplo, 'Quelam' y 'Dao', dos soberbios caballos, descienden del Bohórquez 'Perdigón'. Ambos se puede decir que son la joya del show, dos pupilos que son el orgullo del matrimonio francés y que presumen de llevar sangre andaluza por el mundo.

Cavalia está ya en España. A finales de enero el show franco canadiense abre las puertas de sus majestuosas carpas en Barcelona, donde permanecerá tres semanas. La segunda y, en principio, última parada será en Madrid.

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