Obituario

Muere el fisioterapeuta Alfonso Sáez Lalana

  • Invidente desde pequeño, fue el primer licenciado en Fisioterapia de la provincia

El conocido fisioterapeuta Alfonso Braulio Sáez Lalana falleció este viernes y será enterrado este sábado en el cementerio de La Merced, tras la misa que tendrá lugar en la iglesia Cristo Resucitado del Tanatorio de Jerez, a las diez y media de la mañana. Casado con Carmen Guerra, era padre de dos hijas, Elena y Eva.

Sáez Lalana perdió la vista a los cuatro años de edad pero, tal como contó en una entrevista en Diario de Jerez en 2002, de aquellos años guardaba un leve recuerdo de la luz del sol y de los colores, que le ayudan a delinear "los animales y las personas". Al igual que la mayoría de los invidentes, Alfonso Sáez desarrolló más de lo normal el sentido del tacto. Quizás por ello se licenció en Fisioterapia, su ocupación desde 1969 y hasta su muerte.

Tras estar veinte años en el Servicio Andaluz de Salud, en el hospital de Jerez concretamente, en el que se registró como el primer fisioterapeuta "ciego y no ciego" de la provincia de Cádiz, decidió abrir su propio negocio en 1990 junto a otro compañero del SAS. La plaza de Silos fue el lugar escogido para implantar el negocio, Fisio Jerez, una empresa que le permitiría más tarde la apertura de un segundo centro de rehabilitación en El Puerto de Santa María.

Desde que comenzara a dirigir su propio negocio, Sáez Lalana apostó por las personas discapacitadas para sus centros. "He contratado a tres invidentes, otros dos en prácticas, una persona con minusvalía del 60 por ciento y otra sorda", explicó en la entrevista de 2002 en Diario de Jerez. De hecho, aseguraba orgulloso que conocía "bien a estas personas y sé lo que les puedo exigir. Son profesionales que tienen más capacidad de concentración. En el caso de los ciegos, tenemos el tacto más desarrollado de lo normal y eso, en esta profesión, nos eleva".

Su trayectoria profesional era bien conocida en la ciudad y, por ello, en 1995 recibió como reconocimiento ser nombrado Rey Mago de Jerez, encarnando a Gaspar, junto a Vicente Prieto Bononato y Jesús Medina Cachero. De hecho, el pasado 1 diciembre acudió a la tradicional comida de los Reyes Magos.

Sáez seguía actualmente ejerciendo como director de Fisio Jerez y el pasado mes de agosto, en un vídeo promocional de la clínica recordó sus orígenes en un pequeño gabinete en la calle Limones. Posteriormente, según contó, entre los años 70 y 73 se trasladó a la calle Visitación y en el 72 "ingresé en el hospital como fisioterapeuta, el primero del hospital". Del 73 al 88 estuvo trabajando en la clínica de la calle Diego Fernández Herrera. Fue al finalizar esta etapa cuando comenzó el montaje de las actuales instalaciones de Fisio Jerez, junto a la plaza Silos.

Francisco Bernal fue su socio, hasta que se jubiló, y lo recordaba este viernes con agradables palabras. "Fue una persona siempre tirada para adelante. De hecho, intentando hacer cosas nos unimos y formamos el primer centro grande de fisioterapia en Jerez. Realmente era una persona muy afable con todo el mundo", destaca. 

Quizá por este motivo, su ceguera no le impidió aprender nuevas tecnologías y "manejaba todo, la informática, los teléfonos...". "No fue una persona como Tirso de Molina, que se escondía siempre. Él decía que las discapacidades se hacen discapacidades porque la persona es la que se esconde y se retira de la sociedad", recuerda Bernal.

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