De Nacional IV a campo de batalla

Casi tres semanas lleva levantada la parte no peatonal de la calle Larga, y raro es el jerezano que no se ha visto salpicado por el arreglo de esta vía central de la ciudad que afecta a otras como Honda. Por un lado están las quejas por la imposibilidad de acceder al enclave mediante coche y, por otra, la denuncia de los comerciantes de las vías donde se realizan las actuaciones, que no ven con buenos ojos este arreglo y no creen la promesa de celeridad del Ayuntamiento. Y es que la calle Larga ha sido históricamente el epicentro de peleas -más y menos 'cruentas'- entre comerciantes y gobierno local debido a las diferentes actuaciones que se ha realizado a esta vía arterial. Sin tener en cuenta los 'arreglos menores' que constantemente ha 'sufrido' esta calle, hay dos fechas clave en su historia reciente: 1995 y 2007.

Fue un 4 de agosto de 1984 cuando Pedro Pacheco, primer alcalde de Jerez de la recién estrenada democracia, hizo pública por primera vez la noticia de que pensaba peatonalizar la calle Larga, entonces parte de la Nacional IV.

Estas obras, debido a su envergadura, fueron algo que estuvo siempre presente en el mandato de Pacheco con constantes estudios acerca de su viabilidad. En el año 1991, por ejemplo, se publicó un estudio, recogido por este mismo medio, que revelaba que en la ciudad se usaba el coche para ir al centro "mucho más" que en Sevilla o Madrid, en total, un 56% de los jerezanos, y en todos los casos se criticaba la falta de aparcamiento (tanto no ha cambiado la historia). Como dato curioso, algunos técnicos jerezanos, en relación al antiguo Hotel Los Cisnes, llegaron a proponer la construcción de un túnel subterráneo que salvara el tráfico rodado y tuviera un apeadero a la altura del hotel.

Aún así, un año más tarde, en agosto de 1992 se realizó "una experiencia piloto" en la que se acordonó la calle para que no circulara el tráfico. Debido al éxito, el plan salió hacia delante y Pacheco declaró que la céntrica vía se declararía "zona peatonal y solo transitable por los servicios públicos, autobuses y taxis". Como cualquiera podría esperar, el ejemplo estival no fue, ni mucho menos, el patrón para cuando se actuó tres años después.

El modelo que propuso el edil andalucista se trataba, a fin de cuentas, un 'plan de peatonalización mixto' o 'semipeatonalización', a lo que se opusieron abiertamente los comerciantes cuando en septiembre de 1995 la obra no tenía vuelta atrás. Acoje celebró el día 11 de septiembre de ese año una asamblea con un único punto del día y que dejó un titular histórico en la prensa jerezana: "El comercio impedirá que las máquinas levanten la calle Larga". Y no se marcaron un farol, ya que cuatro días después, cuando las máquinas llegaron a la vía, el titular de este medio fue: "El Ayuntamiento no pudo iniciar las obras de peatonalización de la calle Larga". La noticia iba acompañada de una verdadera lucha entre policías y comerciantes que se levantaron en pie de guerra en contra de esta 'semipeatonalización'. Cuatro empresarios fueron detenidos e incluso cayó el concejal de Izquierda Unida, Manuel Montero. La oposición de Pedro Pacheco pidió entonces la dimisión de los concejales de Urbanismo y de Seguridad, José Luis Valle y José López.

Este proyecto supuso algunas de las mayores críticas al gobierno municipal, ya que la iniciativa de peatonalización o semipeatonalización jamás fue llevada a pleno ni fue debatida con los demás grupos políticos o los propios comerciantes. Ni qué decir tiene que el regidor local no se achantó y siguió adelante, contra casi todo el viento en contra y se acabó peatonalizando totalmente la calle Larga.

Después de esta intensa lucha, nadie discutió el éxito de la peatonalización, una actuación con vistas al futuro y a otras ciudades emergentes de España. El plan original de Pacheco tenía unas bases muy sencillas, trataba de enlazar la calle Larga con dos zonas históricamente peatonales: el inicio de Francos y el entramado comercial de Doña Blanca. La peatonalización se produjo también en la Alameda del Banco, mientras que Tornería paso a ser mixta. Aunque otros aspectos del centro tenían que cambiar, aquellos destinados a dotar del enclave de más aparcamientos, como el de la plaza Esteve, que fue construido en este mismo periodo de mandato, y el de la plaza del Arenal. Este último fue el que más vueltas dio hasta su aprobación y conclusión, ya que suponía levantar la plaza más emblemática del centro para construir los subterráneos. Finalmente, fue en abril de 2006, con Pilar Sánchez al frente de la Alcaldía en aquel pacto PSOE-PSA y Pacheco en la sombra, cuando se inauguró el parking del Arenal. No sin, por supuesto, manifestaciones de comerciantes y ciudadanos contrarias al levantamiento y posterior remodelación de la plaza.

Tras el éxito de la peatonalización, sorprende leer en 1999, año de elecciones municipales, cómo todos los partidos llevaban algún tipo de actuación de estas características en su programa. El PSA, precisamente, hablaba de "renovar el pavimento de las históricas calles peatonales", la construcción del parking del Arenal y consideraba que "propuestas de incremento de peatonalizaciones deberían ser debatidas en este foro". El PP, por su lado, decía que "es necesario eliminar las restricciones de tráfico rodado en Tornería" y que "su reapertura era una medida necesaria". Además, los populares, consideraban que la peatonalización "ha dificultado el acceso de los jerezanos al centro" y que los aparcamientos deberían ser "de carácter gratuito o con bonificiaciones", ya que de esta forma se favorecía "a las grandes superficies". Los socialistas se comprometían a terminar el proyecto de los andalucistas e incluso apuntaban a "ampliarlo a otras zonas siempre y cuando pueda solventarse la accesibilidad" de vehículos. IU, iba un poco más allá y tras la experiencia "positiva", la peatonalización debía ampliarse a "barriadas rurales y pedanías".

Si bien, era constatable el éxito de la peatonalización de la calle Larga, otrora paso de la Nacional IV, no se puede decir lo mismo de la calidad de su pavimentación y las losas utilizadas, que con el paso de los años enfrentó a la Delegación de Infraestructura y Vivienda del gobierno socialista de Pilar Sánchez, con Antonio Fernández al frente, con la desaparecida Gerencia Municipal de Urbanismo, GMU, respaldada por Pacheco (delegado de Política Territorial), ya que las dos presentaron un plan de actuación a Acoje para el arreglo de la conflictiva vía en su zona peatonal debido a que la segunda tardó más de un año en ejecutar las obras.

Según la GMU, el plan de actuación en la calle Larga debía tener en cuenta "el calendario festivo, que condiciona cualquier actuación", en concreto, "la celebración de la Semana Santa y de la Feria, momentos cumbres en la proyección de la ciudad". Esta vez, Pacheco perdió la 'guerra' e Infraestructuras comenzó la reparación de la calle Larga la semana siguiente a la de Pasión, unas actuaciones que se alargaron hasta octubre del mismo año en el Gallo Azul. El presupuesto final, según Infraestructuras, fue de 300.000 euros. Como anécdota, los trabajos llegaron a alargarse más en el tiempo debido a que hubo losas que no llegaron a tiempo para ser repuestas. Pacheco, por supuesto, aprovechó cualquier plataforma para criticar las actuaciones.

Tras la peatonalización, la calle Honda siguió permitiendo el acceso del tráfico rodado a la Rotonda de los Casinos y la parte no peatonal de Larga. Con una importante cabecera de autobuses en el enclave, el desgaste de la vía era más que notorio.

Así las cosas, las obras de refuerzo del adoquinado de la calle Larga comenzaron el pasado 26 de mayo con un presupuesto de 75.749 euros y un plazo de ejecución de nueve semanas (a mediados o últimos de julio). En concreto, los trabajos están consistiendo en la retirada del pavimento actual para proceder a su limpieza y reparación y posterior refuerzo, para nuevamente colocarlo ya totalmente reparado (en la actualidad ya hay trozos con en los que se puede apreciar la diferencia entre el firme anterior y el actual). Además se procederá a la construcción de nuevos rebajes de acerado con sus correspondientes pasos de peatones.

La actuación está siendo ejecutada a través de la empresa estatal Tragsa (encargada de los demás trabajos de reasfaltado de la ciudad), bajo la supervisión del área de Infraestructuras, y está incluida dentro del Plan de adecentamiento de viales públicos contemplado en el acuerdo suscrito con el Ministerio de Agricultura para inversiones en la ciudad por valor de unos 5,3 millones de euros.

Como es normal en la historia de las reparaciones en Larga, los comercios han reclamado que se cumplan los plazos y no hay día en que no se quejen de cómo estas obras 'espantan' a los clientes. Como 'daño colateral', la cabecera de las líneas 4, 10, 16 y 17 se ha trasladado a la Alameda de Cristina provisionalmente.

Una vez que la peatonalización fue catalogada como éxito y Pacheco volvió a vencer en las municipales, el plan de quitar el tráfico del centro voló sobre la calle Honda. Un plan al acecho que ha estado sobre esta céntrica calle durante su historia más reciente. No hay que olvidar los años que se quedó cerrada al tráfico debido al tranvía que iba a pasar por esta calle.

Esta vez, nuevamente, vuelve a ser una de las dañadas por el arreglo de la zona no peatonal de Larga, pues las actuaciones comienzan en la Rotonda de los Casinos. Los comerciantes, como antaño, también han denunciado cómo afectan estos arreglos a sus comercios en una época en la que el negocio del centro se encuentra más que débil.