El PSOE le pone poesía a su crisis
El curso político se cierra con poesía, la que puso en la ejecutiva Araceli Marcos ('concejal suplente') para cauterizar heridas y que todo el PSOE cierre filas en torno a Pilar Sánchez lo que queda de mandatoPintura y poesía se unen en la obra del italiano Francesco Clemente.
ARACELI Marcos puso punto y final la pasada semana a la ejecutiva del PSOE y, de paso, al curso político. Araceli es la número 16 de la candidatura socialista, así que en el caso poco probable (en vista de lo visto) de que algún concejal decidiera irse a casa o el partido le llamara para otros menesteres (algo también poco probable) sería inmediatamente concejala. Después de una ejecutiva dura, en la que se analizó la reunión que tuvo lugar por la mañana con el secretario provincial del partido, Francisco González Cabaña, y en la que volvieron a salir los reproches, Araceli quiso poner un poco de paz y cauterizar las heridas a través de la poesía. ¡¡Ah, la poesía!!, alimento para el espíritu, como la definió en su momento algún cursi. Ante cerca de sesenta asistentes a la reunión de la sede de la calle Sevilla -hay que recordar que la ejecutiva del PSOE en Jerez es media boda-, Araceli sacó su papelito y comenzó a leer una carta poética que no era sino una loa a Pilar Sánchez y su gestión. Araceli Marcos emuló a Juan Ramón Jiménez, aunque lo mismo en el futuro recupera los serventesios o escribe unas populares redondillas. Entre atónitos y divertidos, varios de los concejales díscolos pidieron que la poesía se incluyera en el acta de la reunión, posiblemente para que las generaciones venideras tengan en su mano todos los datos sobre la época convulsa (poético-convulsa, para ser más exactos) en que vivimos. El humilde cronista ha decidido estar con los tiempos y ha recuperado su vocación adolescente por el ripio: de momento le ha caído una poesía al presidente de mi comunidad de vecinos y otra a mi camarero de referencia, sin descartar aún que pueda surgir alguna loa -por supuesto, completamente desinteresada- al director del Diario. Por lo demás, en la ejecutiva socialista quedó patente la división en tres existente actualmente en el gobierno municipal, una división en la que, además, forzosamente no se reflejan todos los miembros de la ejecutiva. De una parte están los 8,5 concejales críticos con la gestión de Pilar (el 0,5 es el que quiso ir a quejarse a Cabaña pero no fue) y sus partidarios; de otra están Pilar y afines y, en medio, Francisco Lebrero y los suyos (la gente de Cabaña), que básicamente se definen por no compartir parte del modelo de gestión de la alcaldesa, pero tampoco las formas utilizadas por los concejales que han participado en la algarada, ya que entienden que se ha sometido a las siglas centenarias a un desgaste innecesario. Las armas han quedado en todo lo alto. El partido ha pedido que se hable menos, pero la brecha es tan grande que todo se acaba filtrando, como si la crisis socialista fuera una capa freática. La reunión de todos los ediles, incluida la alcaldesa, con González Cabaña sirvió para poner las bases de una pax que deben respetar las dos (o tres) partes. Se parte del reconocimiento tácito de que los concejales deben tener más protagonismo en la gestión, pero no se ha terminado de establecer cómo. En los días transcurridos tras la reunión se ha visto en las distintas convocatorias una política de gestos de buena voluntad entre las partes, pero también se ha reflejado la gravedad de la situación. Si Pilar Sánchez tiene, como ya se ha señalado en este espacio, dos años por delante muy complicados, con una crisis económica que no remite, las arcas municipales exhaustas y un gobierno municipal dividido, también está por ver el futuro de los 8,5 concejales, un grupo heterogéneo, formado tanto por 'clásicos' del partido que desde el principio dieron muestras de no soportar a Pilar como de 'pilaristas' rebotados, todo ello con el horizonte de que va quedando menos para las municipales y dentro de poco más de un año el partido estará pensando en la elaboración de listas, un tema siempre espinoso que, en esta ocasión, incluso podría requerir de la presencia de cascos azules de la ONU. Lo bueno es que si algún concejal cae, ahí va a estar Araceli, que con su afición a la poesía puede ayudar a aliviar las tensiones que se viven en el gobierno municipal.
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