Igualdad

Pablo Quirós: "Los hombres no estamos acostumbrados a pedir ayuda"

Pablo Quirós, pedagogo y coordinador de la asociación La Espiral.

Pablo Quirós, pedagogo y coordinador de la asociación La Espiral. / Miguel Ángel González

No es nuevo que algunos varones sean partidarios de la igualdad, se formen e incluso alcen la voz en su defensa. El pedagogo Pablo Quirós (Jerez, 1979) participa de esa transformación del sistema patriarcal desde hace dos décadas. Coordina la asociación La Espiral Educación, "un proyecto de proyectos de educación en valores". 'Paternidades en cambio. Hacia unos cuidados compartidos' y 'Metodologías participativas y herramientas para el desarrollo educativo con hombres', son algunos de los talleres recientes impartidos a través de Universidad de Cádiz (UCA). Colabora con ésta, tanto con su unidad de Igualdad como con su servicio de apoyo a las familias

Desde esta entidad dan respuesta a las necesidades y, por otro lado, demandas de poner el foco en hombres, futuros padres o padres para que los procesos de igualdad se vayan incorporando. "Ya toca, es demandado por las mujeres, las criaturas y otras personas que requieren cuidados; piden que los hombres se impliquen en los cuidados", explica Quirós.

Realizan propuestas y promueven dos proyectos financiados por la Junta. Durante dos décadas realizando programas de este tipo a nivel de intervención social, educativa, comunitaria. En la zona de la Janda, en el resto de la provincia, en Sevilla, hemos tocado muchos municipios. "En 2007 hicimos posiblemente la primera jornada de la nueva masculinidad con Diputación de Cádiz, fuimos parte de los primeros en trabajar con hombres", recuerda el pedagogo jerezano. Han continuado con la infancia, con la chavalería y con la gente adulta en un principio muy enfocados en la prevención de la violencia machista porque el contexto lo requería.

En la actualidad también se ha abierto a la necesidad de tratar otros temas como en las medidas de responsabilidad paterna y de conciliación, en definitiva en la gestión del mundo laboral, personal, familiar y donde se hace necesaria una mayor implicación. A través de formaciones presenciales u online procuran lograr un cierto equilibrio que no recargue a las madres. En su opinión, este mundo privado se delega y no se asume esa parte de responsabilidad que, al final, es muy beneficioso para la persona con quien se convive. "Está demostrado que la presencia, la participación y la implicación ofrece a las criaturas un modelo de hombre más positivo, más cercano al mundo emocional, a la ternura, a la escucha de necesidades y a la gestión familiar", defiende.

Su forma de trabajar se basa en metodologías activas, vivenciales y participativas. A su juicio, el profesorado no sabe ejecutar la nueva Ley de Educación implementada en los centros. De ahí que, hayan sido los talleristas "con enfoques mucho más atractivos, quienes hemos incorporado el mundo digital, la dinámica de grupo, el contacto físico y mucho del mundo emocional, siempre ha sido nuestra metodología y porque ha funcionado".

El mundo digital nos abre otros campos como la formación online, sin fronteras. Recientemente han desarrollado un curso en el que participan 320 personas de toda Andalucía, del resto de España y de otros países. Además, asegura que les enriquece, ya que, se dan a conocer experiencias diversas, genera alianzas, y nuevas dinámicas para implementar.

Pablo Quirós, coordinador de la asociación La Espiral Educación. Pablo Quirós, coordinador de la asociación La Espiral Educación.

Pablo Quirós, coordinador de la asociación La Espiral Educación. / Miguel Ángel González

Referentes

Nunca se parte desde cero. En el caso de Pablo, tres personas han sido sus referentes. La profesora del departamento de Sociología de la Universidad de Sevilla, Isabel Aler, cambió un poco la metodología didáctica de clase. El psicólogo del Instituto de la Mujer de Sevilla, Juan Ignacio Paz con el que pudo formarse y diseñar un programa de intervención y prevención de violencia de género en torno a 2013. "Me abrí a un mundo nuevo. Por entonces prácticamente no había datos sobre casos de violencia machista y fue poner sobre uno mismo la mirada como hombre, supuso un cuestionamiento crítico de lo que estamos haciendo con nuestro mundo relacional y afectivo". Dentro del movimiento de Hombres por la Igualdad que empezaba a emerger, se encontraba  Hilario Sáez. Recuerda que con él dio un paso adelante como movimientos social. "Salíamos a la calle promoviendo acciones de sensibilización, manifestaciones en la que los pocos hombres que estábamos en este asunto expresábamos que otro modelo era posible, otra forma de ejercer tu masculinidad o ser otro hombre", rememora.

Reticencias

Quirós afirma que el proceso de los hombres hacia el cambio igualitario es muy lento, tienen siempre los mismos argumentos: "esto no va conmigo, es cosa de las feministas que nos quieren quitar el sitio, quieren hacer lo mismo que hemos hecho nosotros". Cree que el discurso se ha vuelto más agresivo y de confrontación promovidos a nivel político-ideológicos, ya que, un sector pretende volver a dejar a las mujeres a un lado, que de las cuestiones consideradas por ellos importantes se encarguen los hombres de poder y cuestionan todo tipo de propuestas y vivencias evolutivas. De esta manera, dice, la violencia de género sigue siendo cuestionada, ha vuelto el debate sobre el aborto y las mujeres en el poder o en cualquier otro mundo de la esfera pública es cuestionada. "Este mundo masculinizado no se puede mantener supone dominar y controlar a la mujer y a otros hombres", sentencia el jerezano.

"Este mundo masculinizado no se puede mantener supone dominar y controlar a la mujer y a otros hombres"

La Espiral

Es un proyecto que ofrece programas donde se transversaliza y trabaja de forma específica temas como paternidades cuidadoras o de hombres que se cuidan y a la vez con formación específica para hombres de la que hay muchísima demanda. "No es que haya muchos hombres que lo soliciten pero al final trabajas con ellos", matiza Quirós. Son muy pocos los que 'llaman' a la puerta de La Espiral a solicitar esa formación. "Los hombres no estamos acostumbrados a pedir ayuda. Pensamos que este problema no es nuestro, sino que es de los demás. Que los hombres no reconozcan problemas o que no vayan al centro de salud es un modelo que todavía continúa", advierte.

Con la paternidad es cuando se empiezan a cuestionar más cosas. En las escuelas de familia cada vez hay un mayor goteo de padres que quieren estar más presentes, no saben cómo acompañar a las criaturas y a la vez necesitan herramientas. a través de los talleres proporcionan estrategias y elementos motivadores. "Ganas en calidad de vida, con las relaciones, la convivencia, y requiere ciertos movimientos que te hacen ser hombre. Existen otras formas de ser que no tienen que estar relacionadas con la violencia hacia uno mismo y hacia los demás. Ahí cobra una gran importancia la educación", concluye Pablo Quirós, coordinador de la asociación La Espiral Educación.

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