El Plan del Viñedo por sí solo y sin iniciativa privada es "papel mojado"

Sin inversión privada y sin una oferta turística complementaria más amplia no hay plan del viñedo que valga. Y de momento, ni hay proyectos sobre la mesa de los empresarios, ni hay alianzas para vender el enoturismo en paquetes que agrupen otros atractivos turísticos del interior.

De seguir así, el Plan del Viñedo, que la Junta ha dado en llamar Medidas de Diversificación Económica para el Viñedo de la Provincia de Cádiz, corre el riesgo de quedarse en "papel mojado", advirtió ayer el delegado provincial de Agricultura, Federico Fernández, durante la presentación del análisis preliminar o diagnóstico para su puesta en marcha. El delegado del gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil presidió el acto, dirigido por el responsable de Promoción Rural de la Junta, Rafael Martín.

Extraña la desidia de los bodegueros, principales beneficiarios, pero grandes ausentes ayer con una presencia simbólica en un acto que congregó en la viña La Canariera a representantes de las cooperativas, los viñistas, las organizaciones agrarias, arquitectos, hoteleros, expertos en turismo y paisajismo, científicos de la UCA.... En resumidas cuentas, de casi todos los que han participado en el estudio previo para la puesta en marcha de las medidas.

El plan entra ahora en su segunda fase, en la que se buscará la implicación de las administraciones públicas, fundamentalmente de los ayuntamientos, para que dentro de sus competencias ofrezcan todo tipo de facilidades, de acuerdo con el marco legal urbanístico andaluz, para el desarrollo de los proyectos enoturísticos vinculados a la viña. Para ello, Jerez cuenta con una ventaja, ya que su Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) contempla la declaración de interés general de las actuaciones a desarrollar, en este caso, en suelo no urbanizable.

A diferencia de otras zonas del Marco de Jerez y la Sierra, donde se concentra el viñedo de la provincia, la campiña jerezana tiene más elementos a su favor, o menos obstáculos en su contra, para el desarrollo de estas medidas -concentración del patrimonio, singularidad del paisaje de sus viñas...-, pero todo está por hacer y el sector privado sigue sin dar un paso adelante.

Pero para que el plan se haga realidad, además de la iniciativa privada hace falta mucha inversión y mucha paciencia, pues todo está por hacer para sacar provecho al potencial que reúne la viña jerezana, a cuyo patrimonio y paisaje pasa factura sus largos años de abandono.

En rueda de prensa previa a la presentación al sector, los responsables autonómicos hicieron especial hincapié en que las medidas de diversificación económica del viñedo carecen de recorrido por sí solas, es decir, que a la iniciativa privada hay que sumar las alianzas estratégicas con otros operadores del sector turístico para que el enoturismo sea un complemento más de una oferta más amplia de turismo del interior, en el que tienen cabida el turismo de ciudad, el monumental o cultural, el de naturaleza y las actividades deportivas.

El delegado del Gobierno en la provincia incidió en la necesidad de ponerse de acuerdo con los empresarios en la segunda fase que ahora se abre, ya que "la Junta pone las herramientas, pero las actuaciones deben partir de la iniciativa privada", a la que aseguró que "tiene un aliado" en la Administración autonómica.

El delegado de Agricultura, por su parte, recordó que el nuevo plan recoge la filosofía del fallido Plan Especial del Viñedo del Ayuntamiento de Jerez, aunque para extenderlo a toda la provincia, lo que "permite abordar las actuaciones de forma integral porque es supramunicipal. Es una magnífica oportunidad para reivindicar la campiña, territorio de paso que hay que convertir en destino".

Rafael Martín, jefe del servicio de Promoción Rural, desglosó el contenido del estudio preliminar, un documento muy amplio y exhaustivo en el que se aborda desde la realidad del viñedo y su abandono a la situación del turismo, pasando por el estado de las infraestructuras, el medio ambiente...

Martín subrayó que mientras que en la Sierra las posibilidades son limitadas al no haber paisaje de viña, sino viñedo aislado, "la campiña de Jerez tiene una singularidad que hay que proteger, la de sus viñas con casa de viña en terrenos alomados, aunque con alta contaminación paisajística por carteles de áreas comerciales muy agresivos, parques eólicos, chabolismo...".

Martín detalló que el diagnóstico recoge la recuperación del sector turístico, que "ha superado la crisis y arroja cifras por encima de antes de la precrisis", al tiempo que destacó que más del 40% de los 12 millones de visitantes que recibe Andalucía son turistas de interior, "el que interesa a la viña, pues no es estacional como el de litoral, tiene un alto poder adquisitivo y valora el paisaje, la atención recibida y el alojamiento".

El jefe del servicio de Promoción Rural significó que el viñedo de la provincia no puede competir con la gran oferta hotelera que hay a su alrededor, "sólo el 5% de los turistas de interior busca alojamiento rural", por lo que subrayó que hay que conjugar la oferta turística de la ciudad, la monumental y la cultural, con la de la naturaleza y el enoturismo, "que por sí solo, es muy difícil que pueda crecer".