Rebelados contra el trapicheo
Comerciantes y vecinos de la calle Medina reúnen firmas para poner fin a los vendedores callejeros que llenan las inmediaciones de Cash Converters
Apenas pasan dos minutos de las cinco de la tarde cuando un furgón del Cuerpo Nacional de Policía paraba ayer a la altura de la tienda Cash Converters, en plena calle Medina. En la puerta del establecimiento hay una concurrencia tan variopinta como malpintada. Aprovechan la afluencia de personas a la tienda para vender y comprar objetos de segunda mano para, simplemente, adelantarse y hacer negocio. Los agentes nacionales 'desembarcan' a través de las puertas corredizas del furgón y comienzan a tomar filiaciones. Algún que otro individuo, que los ve de lejos, aprovecha para quitarse de enmedio en dirección a la calle Bodegas. Por unos momentos la tranquilidad vuelve a este tramo de la comercial calle Medina, si bien todos -vecinos y comerciantes- son conscientes de que en cuanto los agentes se vayan la concurrencia retornará.
Lo descrito no deja de ser una escena habitual desde hace varios meses. No en vano, y son cifras oficiales, el pasado mes de noviembre se cerró por parte de las fuerzas del orden con 39 intervenciones que permitieron recuperar objetos de dudosa procedencia, detener indocumentados, inmovilizar coches y realizar decenas de identificaciones.
"Lo que empezó siendo una cosa de dos inmigrantes ha terminado reuniendo a varias decenas de personas que se dedican a trapichear a las puertas de este establecimiento con objetos de dudosa procedencia". Quien así se expresa es Manuel García Santos, presidente de la Asociación de Comerciantes Asunico y comerciante de la calle Medina.
El daño que esta actividad ha provocado a la actividad comercial "es enorme", dice el presidente de Asunico. Entre los negocios más afectados están una clínica dental a cuya puerta se hacina una ociosa parroquia deseosa de vender móviles o comprarlos a quienes se acercan al Cash Converters. "Quien dice móviles habla de casi cualquier cosa que tenga que ver con las nuevas tecnologías", apunta García Santos.
Un hecho que preocupa a los comerciantes, más en su faceta de ciudadanos que de hombres de negocios, es que "el Festival de Jerez está ahí, a la vuelta de la esquina, y fíjese el ambiente tan malo que tiene la calle. Esta gente puede hacerle mucho daño al Festival de Jerez". Y es que entre las críticas que reciben está la forma en la que 'asaltan' a quien pasee por la zona.
El caso de los 'ambulantes' de la calle Medina ya ha sido llevado tanto a la Mesa de Seguridad como a la de Movilidad. A la primera de ella por razones obvias y a la segunda para intentar ampliar la parada de taxis de Medina hasta la Tintorería Pina para, de esta forma, impedir que aparquen los vehículos de los vendedores callejeros.
El principal problema que generan estos individuos a la actividad comercial "es que realmente dan miedo, pues se lanzan sobre la gente y hay clientes que prefieren cambiar de acera antes que cruzar entre ellos". Es entonces cuando la potencial venta, la legal, la que paga impuestos, desaparece. "La actividad comercial se está resintiendo y hay tiendas que han pensado incluso en cerrar".
Una de las medidas tomadas por las personas que tienen en la calle Medina su vida ha sido recoger firmas, pero no entre la ciudadanía en general, sino exclusivamente entre comerciantes y vecinos para, de esta forma, intentar presionar a la autoridades a que busquen una solución al problema que padecen.
El problema no tiene fácil solución, pues nada impide "que entre dos personas se establezca un contrato verbal e intercambien una propiedad a cambio de dinero", destacaron a este medio fuentes policiales de primer orden. El hecho de que se concentren allí tampoco es punible dado que el derecho a la libre circulación asiste a todos los ciudadanos. Eso sí, todo ello no impide que el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local estén trabajando de la mano en este punto de la ciudad, tal y como ha podido confirmar este medio, para verificar que no se perpetran prácticas delictivas. "Realizamos controles prácticamente a diario para evitar, ante todo, que se produzca una venta ambulante (algo que se sólo se puede realizar con la pertinente licencia) así como verificar que no se esté dando un delito de venta y receptación de objetos robados". "No es delito que vayas por la calle y alguien te ofrezca una rueda de coche, por poner un ejemplo, siempre que sea de su propiedad", concluyeron las referidas fuentes policiales.
Contra lo que pudiera pensarse, no se trata de un problema exclusivo de Jerez. En Almería por ejemplo también se produce si bien hay otras ciudades donde las tiendas Cash Converters no reúnen a vendedores callejeros ante sus escaparates.
Según ha podido saber este medio, la propia franquicia de Cash Converters de Jerez se considera también una víctima de esta situación indeseable, lo que les ha llevado incluso a presentar denuncias en la Comisaría.
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