Revientan cinco coches en la céntrica calle Pajarete de madrugada

Unos ladrones reventaron al menos cinco coches que estaban estacionados en la céntrica calle Pajarete durante la madrugada de ayer. En todos los casos les hicieron añicos las ventanillas de las puertas del copiloto -dado que hay aparcar a la derecha- y luego revolvieron en su interior en búsqueda de efectos de valor.

Nadie se percató de cómo se produjo el robo: los primeros perjudicados fueron avisados por la Policía Local entre las siete y media y ocho menos cuarto de la mañana de que sus coches habían sido violentados. Un Seat Altea, un Volvo, un Dacia, un Volkswagen y un Ibiza fueron los coches afectados, entre otros. Incluso en la calle había tirados papeles y objetos sin valor (chalecos reflectantes, por ejemplo) de los vehículos.

La conductora del último automóvil citado explicó que "me llevé un susto de muerte porque el 092 me llamó preguntando por mi madre a primera hora de la mañana. Pensé que era algo bastante grave hasta que vi el coche, aunque no deja de ser un disgusto que te lo partan. Me han quitado unos cargadores de móvil". Le habían destrozado tanto una ventanilla como el parabrisas, probablemente con una piedra de gran tamaño. Luego la afectada señaló que su turismo está a nombre de su madre lo que explica la confusión inicial de los agentes policiales para localizarla.

Horas después del robo había un propietario de un vehículo que aún no se había percatado del siniestro. El 091 dejó recados en los parabrisas para que los afectados denunciaran. Varios interesados acudieron a presentar la denuncia correspondiente en la inspección de guardia de la comisaría, que ya había sido alertada. Tras ello la Policía científica tomó huellas en algunos de los coches para encontrar indicios que permitan identificar y detener a los autores de estos robos con fuerza, pues se sospecha que podrían ser al menos dos los delincuentes implicados en la 'razzia', favorecida porque en ese tramo de la calle Pajarete sólo hay ubicadas distintas empresas y unaantigua bodega.

Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que los ladrones destrozaran uno a uno las ventanillas y, una vez que comprobaron que ningún vecino se percataba de los ruidos, hicieron su 'registro' de guanteras y otros habitáculos.