– Monseñor, un año más en el Rocío.

– Así es, un año más aquí en las arenas para la misa de Jerez y El Puerto

- La pregunta puede sonar retórica, ¿cómo evalúa un obispo este acontecimiento?

– Son realidades complejas que no se pueden definir fácilmente. El Rocío no es folklore, aunque evidentemente hay algo de ello. La religiosidad popular andaluza tiene su razón de ser con el río de la espiritualidad, la Iglesia, ríos de fervor a María Santísima, a Jesucristo. Esto es como, el agua para el río , el que lo mantiene. Al acercarse a las marismas puedes encontrar fango, pero hay fango porque hay agua.

- Este año ya es santo. El único Papa que ha venido al Rocío, san Juan Pablo II. ¿Es un buen momento para recordar aquello?

–  Ese hecho ya por sí es importante, sobre todo por un Papa que dejó mensajes importantes para el rocierismo pidiendo que guardarse la identidad, y que se preocupasen de que la corriente de la espiritualidad siguiese corriendo con fuerza. Por eso sigue siendo actual el mensaje de Juan Pablo II y este año tenemos que recordarlo y meditarlo ya que ha sido elevado a los altares.

- ¿Es complicado conciliar la fiesta con el carácter religioso de la romería?

– No, porque la fe se encarna en nuestro pueblo que canta rezando y reza cantando. En Semana Santa tenemos la saeta, un tipo de cante para rezar. Ahora hay otro tipo de cante que expresa la alegría de estar cerca de María. Y aquí en nuestro pueblo somos sentimentales, nos gusta que transiten las emociones, es pasional y todo se vive con la familia, amigos, con una guitarra y los cantes.

- ¿Desde el punto de vista espiritual es buena la redimensión que toma todo esto a causa de la crisis?

– La crisis por dos razones ha hecho que mucha gente que acudía por el folklore se reservara. Podemos decir que en ese sentido se ha incrementado la dimensión espiritual. Pero la crisis ha abierto los ojos a muchos a ese materialismo que al final no sacia, que deja tirado que, en definitiva, provoca que volvamos a los valores y a las raíces buscando la cercanía a María y a la dimensión espiritual. ¿Ha venido bien la crisis? Por lo menos no hace ver que el materialismo sólo nos deja tirados. El hombre, además de materia, es espíritu. 

- ¿Dónde esta la pureza del Rocío?

– Te respondo rápido, la Virgen. Esa es la verdad y la pureza del Rocío. Esa es la razón de ser de la romería. El que no llegue a este extremo volverá vacío. 

- Estamos entonces en la hermosa metáfora del camino hacia Ella.

– La peregrinación es algo muy cristiano como alusión a nuestra vida, somos caminantes en la vida camino del cielo. Toda peregrinación alude a nuestra propia vida, por eso el camino tiene sus momentos, buenos y malos, por eso refleja muy bien la vida misma. Y al final se encuentra con la mirada de la Virgen y del Pastorcito Divino.