Salud y libertad
A la vuelta de la esquina
Que en romanó se traduce por “sastipen thaj mestipen”. Éste es el saludo que todos los gitanos del mundo desean. Esas dos cosas son suficientes para hacer a una persona feliz, porque con salud para trabajar y libertad para desplazarse, lo demás viene añadido.
Los gitanos a lo largo de su historia recorren caminos con la más absoluta libertad y con una comprensión del tiempo diario que no tiene mucho que ver con la utilización del tiempo de la mayoría de la sociedad. Cierto que en Jerez los horarios, debido al asentamiento, es igual para gitanos y no gitanos, pero la distribución del tiempo para las cosas importantes: la familia, los primos, la alegría, es diferente.
¿Han participado los gitanos en actividades políticas? La respuesta es afirmativa. Yo he conocido a varios en la provincia de Cádiz, tanto en el sindicalismo como en la política.
Las letras cantadas por los gitanos siempre han estado llenas de un igualitarismo parecido a los planteamientos de la izquierda amplia. Uno de los primeros discos de José Mercé fue ‘Bandera de Andalucía’ que fue innovador. Fue el gran bailaor, coreógrafo y persona, Antonio Gades, quien le comunicó algunas cosas que fueron aceptadas por nuestro buen cantaor. Mercé canta una letra que dice: “Que nadie es más grande que nadie, por muy grande que se sea, que te puedes resbalar y el chiquitito le ayuda al grande, pa poderse levantar”. Recuerdo a José Mercé en la protesta contra la guerra de Irak, junto a Moraito y a otros, mostrar su rechazo a esa intervención armada en la que estaba involucrada España.
Manuel Soto, ‘Sordera’, con letra de Caballero Bonald, un gran aficionado, cantaba: “Se canta lo que se pierde, dijo quien bien lo sabía. Yo canto a la libertad, porque nunca ha sido mía.”
Antonio Mairena sufrió persecución y le hicieron un simulacro de fusilamiento, en los años siguientes al golpe militar de Franco. El Bizco Amate con sus letras denunciaba los abusos de los jueces. Un fandango dice así: “A mí me preguntó un juez, que de qué me mantenía. Yo le dije que robando, como se mantiene usía. ¡Pero yo no robo tanto!”. Valderrama, Estrellita Castro, Pepe Marchena, entre otros, tomaron posición por las ideas de libertad y deseo de la salud.
“Qué bonita está Triana, cuando le ponen al puente, banderas republicanas”, ésta es la auténtica letra de esta bulería, y no la de “banderitas gitanas” como cantan algunos. Luis Caballero, fallecido hace pocos meses, era un cantaor y escritor autodidacta, que estando encarcelado, se enteró cómo fusilaban a su padre por ser sindicalista y republicano. Cantaba una seguiriya que decía así. “Mataron a mi pare, una madrugá, de un día mu grande, señalao por la cristiandad”.
Desde hace pocos días está en las librerías ‘Historia social del Flamenco’ escrita por Alfredo Grimaldos, y prologada por Caballero Bonald. Recomiendo su lectura.
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