Nuevos incidentes por el plan de ajuste municipal

Sánchez y Álvarez denuncian las pintadas en la comisaría

  • La alcaldesa y la delegada de Personal llevan al juzgado los grafitis aparecidos en sus casas y en el colegio de los hijos de la concejal. Las pitadas y los petardos del SIP enturbian la jornada.

La apertura de la sesión plenaria de ayer en el Ayuntamiento tuvo como protagonista a la delegada de Recursos Humanos, Laura Álvarez. Con semblante serio y sin decir una palabra, colocó delante de su asiento en la bancada de presidencia dos fotografías con las que denunció las pintadas que aparecieron ayer a primera hora en el colegio de sus hijos. En estos grafitis se podía leer ‘Laura Álvarez dictadora’ y ‘Hasta aquí facha’. Sólo estuvieron colgadas unos minutos y justo antes de que la alcaldesa tomara la palabra, la concejal las retiró, sin que por otra parte, nadie condenara estos actos durante la sesión.

Horas después, y esta vez a plena luz del día, tanto en el domicilio de la delegada de Personal como en el de la alcaldesa, Mamen Sánchez, aparecieron nuevas pintadas con los mismos tintes –‘Mamen hasta aquí’ y ‘PSOE no’–. En esta ocasión, las socialistas no dudaron en ponerlo en manos de la justicia, acudiendo a comisaría, e intentando frenar nuevos actos vandálicos.

 

El ánimo en la calle Consistorio comenzó a calentarse desde media hora antes del pleno. Un grupo de miembros del Sindicato Independiente de la Policía (SIP), se asentó junto una de las vallas que delimitaba el perímetro de entrada al Ayuntamiento, prácticamente pegado al portón de madera de la dependencia municipal donde se celebran las sesiones plenarias. Ataviados con las camisetas de la organización, pitos, silbatos y petardos, a los que posteriormente se añadió hasta un tambor, el ruido se erigió en el acompañante ensordecedor del resto de la mañana en el centro de la ciudad. Esta manifestación en contra de la aprobación del plan de ajuste –que persigue la aplicación de las 37,5 horas semanales de trabajo en la plantilla municipal y la reducción de productividades– acaparó de nuevo la actualidad municipal, ya que desde este momento se intuía un pleno complicado.

 

Rozando las diez de la mañana, los grupos políticos fueron entrando al Ayuntamiento a excepción de IU y el PSOE, que ya se encontraban dentro del Consistorio. Tras abuchear con fuerza a los concejales de Ganemos y Ciudadanos, los 20 segundos en los que entraron los ediles del PP, encabezados por la ex alcaldesa María José García-Pelayo, fue el único momento de silencio, solo roto por un unísono: “¡Tú sí que vales, tú sí que vales!” de los policías a la dirigente popular.

 

A medida que fue transcurriendo la mañana, el grupo del SIP fue haciéndose cada vez mayor. Poco a poco se fue ‘transformando’ la decoración de la calle con carteles en las vallas que rodeaban la entrada, en las grandes macetas del entorno e, incluso, en el suelo. En los folios podían leerse consignas en contra de PSOE y Ganemos por su ‘sí’ al mencionado plan de ajuste, además de llamar “cómplices” a otros sindicatos del Ayuntamiento, como la ATMJ, CCOO y UGT. 

 

Los petardos volvieron a hacer acto de presencia, llegando hasta el punto en el que se lanzaron varios junto a la unidad móvil de Onda Jerez, situada junto a la puerta del salón de plenos. El olor a pólvora comenzó a entrar en la estancia municipal, colmando la gota de un vaso que se había ido llenando con un ruido insoportable. En las bancadas de los concejales era más que apreciable el nerviosismo, y fueron constantes las salidas de los ediles.

 

En la calle, tanto grupos de turistas como vecinos mostraron su asombro y perplejidad ante la manifestación, aunque eran más los visitantes extranjeros los que intentaban descifrar qué estaba ocurriendo y por qué. Incluso se llegaron a formar corrillos alrededor de los carteles pegados en el suelo de la calle Consistorio para, entre todos, llegar a algún tipo de explicación. “Los pitos se escuchan desde San Telmo”, llegó a decir una chica que pasaba por esta céntrica vía. 

 

No solo el enfado de los sindicalistas fue apreciable en la calle Consistorio. Los dueños y camareros de los bares de la zona, con los brazos cruzados en la puerta de los mismos, mostraron su desacuerdo con las formas usadas.  Prácticamente la totalidad de las mesas de estos comercios estuvieron completamente vacías durante el tiempo que duró la sonora protesta del SIP. “¿Qué pasa? ¿Que hoy tengo que perder yo el día, no?”, llegó a decir uno de los dueños.

 

Los petardos y el ruido se intensificaron aún más, volviéndose prácticamente insoportable dentro y fuera del Consistorio a partir de las once y media de la mañana. La explosión de seis petardos seguidos obligó a evacuar el pleno y trasladarlo a otra dependencia municipal, después de consultarlo con los concejales de Ganemos, IU y Ciudadanos –el PP insistió que con ellos no se había consultado–.

Cuando la regidora municipal comunicó la decisión a los periodistas y público presente, con patente enfado exclamó: “Le he dejado claro a la Policía Local que el uso de petardos en Jerez está completamente prohibido, ¡prohibido! Pero es algo que deberían hacer los policías que están en la puerta”. 

 

Acto seguido, Mamen Sánchez anunció un receso de 15 minutos mientras se reubicaba a los concejales en la ‘Sala U’ del Consistorio, con el enfado consecuente de las filas del PP, que incluso una vez retomada la sesión seguían oponiéndose al cambio. Debido a esta reubicación, Onda Jerez Televisión tuvo que dejar de retransmitir en directo. Una cámara sí subió para grabar el resto de sesión y poder retransmitirla en diferido.

 

Los manifestantes consiguieron su propósito. Una vez que conocieron el traslado del pleno, anunciaron con megáfono que la protesta terminaba, no sin antes lanzar nuevos insultos al gobierno local. 

 

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