Tranquilidad en el Consejo Regulador del vino

Tranquilidad. Esa es la premisa que Asaja estima que debe ser prioritaria en la nueva etapa que se ha abierto en el Consejo Regulador del Vino tras las elecciones celebradas el día 3 de septiembre y la sesión constituyente celebrada el día 18. Asaja, que por cierto obtuvo unos excelentes resultados en dichas elecciones al alcanzar cinco vocales en el pleno de la institución, estima que ha llegado el momento de pasar página y ponerse a trabajar por el vino de Jerez, en unos momentos especialmente graves para el sector, con los precios de la uva por los suelos y una bajada continua en las ventas en los principales mercados.

Esa tranquilidad que Asaja reclama para el Consejo Regulador como uno de los principales catalizadores del sector, debe comenzar por todo lo que rodea al futuro presidente, Antonio Fernández, que resultó electo el día 18 y que todavía no ha tomado posesión del puesto. Como se recordará, Fernández resultó elegido con el voto en contra de las bodegas de Fedejerez que, de hecho, ha pedido que se estudie la posible existencia de algún tipo de incompatibilidad para desempeñar dicho puesto por parte del ex consejero de Empleo y parlamentario andaluz, por lo que se trata de un tema que no está definitivamente cerrado.

Lo mejor para el sector es que esta situación se aclare cuanto antes y Antonio Fernández pueda tomar posesión de la presidencia del Consejo Regulador de manera inmediata. Pero esa tranquilidad que se solicita desde Asaja debe extenderse, sin duda, al propio funcionamiento que tendrá la institución a partir de ahora, ya que el nuevo presidente y Fedejerez, como asociación mayoritaria en el pleno del Consejo, están obligados a superar las diferencias que han existido durante el período electoral, tender puentes y encontrar fórmulas que garanticen que todo el sector rema en la misma dirección.

En este sentido, desde luego, es un hecho que deberán establecerse nuevos mecanismos y rutinas internas, ya que hay que recordar que Fernández es la primera persona que va a presidir -si no hay finalmente ningún problema de incompatibilidades- la institución en toda su historia sin ser el candidato propuesto por las bodegas, que generalmente han optado por ex ejecutivos de las propias firmas.

Un período, en definitiva, apasionante, pero en el que debe primar la tranquilidad, tranquilidad para trabajar, tranquilidad para sacar adelante entre todos, bodegas y productores, al vino de Jerez.