Vecinos de calle Eguiluz denuncian el estado del solar que era del Obispado
Una empresa especializada en plagas ha tenido incluso que eliminar las ratas que habían pasado a las viviendas colindantes · La promotora Jucarbe no sabe todavía si va a hacer los 55 pisos previstos
Vecinos de la calle Eguiluz, junto al solar que ocupaba anteriormente el Obispado, han denunciado en el juzgado el estado de abandono en el que se encuentra dicho solar, "porque aunque en un principio se iban a hacer allí pisos, al final la empresa propietaria lo ha puesto en venta, y cada vez está peor".
Entre otras cosas, denuncian que la espuma amarilla que se pone para impedir humedades en los edificios colindantes sólo la han puesto hasta el segundo piso, "y hasta nos han entrado ratas en los pisos procedentes de ese solar. Las escuchábamos por encima del techo, y yo hasta tapé con cinta aislante la salida del aire acondicionado. Tuvo que venir una empresa desratizadora que nos hizo un boquete en el techo para meter el veneno y luego lo han tapado".
Otra queja se refiere a la valla que rodea al solar, "que se está cayendo continuamente. La gente tira allí hasta bolsas de basura y la acera está destrozada, no existe. Hasta las camionetas han encontrado allí el aparcamiento perfecto, encima de la acera, así que te tienes que salir a la calzada".
La petición de los vecinos es "que limpien el solar y lo tapien, porque además está en pleno centro y es un foco de suciedad desde que hace más de un año tiraron el edificio. Hay pañales y de todo, y las personas mayores no pueden pasar por esa acera".
La comunidad de vecinos ya ha denunciado esta situación en el juzgado, pero todavía no han recibido una respuesta.
La empresa que le compró este edificio al Obispado de Asidonia Jerez fue la promotora Jucarbe, que en un principio iba a construir en este solar, como aún aparece en el cartel, el edificio Mamelón, 55 viviendas de lujo cuyos precios oscilan entre 193.456 y 535.963 euros. Según informaron ayer en la inmobiliaria Jucarbe, "aún no sabemos si vamos a hacer los pisos". Los más baratos son de dos dormitorios y una superficie construida de 66,83 metros cuadrados, y los más caros son de tres dormitorios con una superficie de 149,69 metros cuadrados.
Gracias a los beneficios obtenidos por la venta del solar, el Obispado pudo financiar una parte de la rehabilitación del palacio de Bertemati, donde se trasladaron posteriormente. Una suerte muy distinta ha corrido la parcela, ya que tras el derribo del edificio hace más de un año no ha habido movimiento alguno de construcción, aunque todavía está el cartel de venta de los pisos.
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