Vicasa anuncia el cierre inmediato de una de las líneas de producción en Jerez

El comité de empresa de la fábrica de botellas solicitó ayer un receso en la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo hasta el miércoles de la próxima semana ante el sorprendente anuncio con el que se descolgó la dirección de la empresa, que a las primeras de cambio ha dinamitado el proceso con la notificación oral de la paralización parcial y temporal de la actividad en todos sus centros en España, comenzando por la interrupción inmediata de una de las tres líneas de producción de la planta jerezana, la de menor rendimiento.

La paralización de la 'máquina 22', como se denomina en la fábrica de la Ronda de los Alunados la línea de producción de botellas afectada por esta decisión, se llevará a efecto el próximo martes por razones de 'estocaje', las mismas que esgrimieron ayer los responsables de Vicasa en el inicio de la negociación propiamente dicha para justificar la suspensión temporal -de mediados de noviembre a final de año- de otras dos líneas de producción en las fábricas de Burgos y Montblanc (Tarragona), así como la de dos hornos -que suponen seis líneas más de producción- en Zaragoza y Azuqueca de Henares.

Los planes de la empresa, siempre según la información facilitada ayer por sus representantes en la mesa de negociación, implicarán la presentación de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) en todos los centros de producción reseñados, no así en Jerez, donde se buscaría otra ocupación a la docena de trabajadores que atienden esta línea de producción para seguir adelante con el expediente para el cese definitivo de la actividad.

El inesperado anuncio minó la capacidad de reacción de la representación sindical de los trabajadores, que tras conocer los nuevos planes de la empresa renunció a presentar sus propuestas para optimizar los recursos de la fábrica de Jerez, como tenía previsto, para plantear improvisadamente la opción de cesar temporalmente la actividad en Jerez los próximos cuatro meses a fin de evitar la paralización en las otras fábricas.

La empresa, que desvincula su decisión de posibles represalias por las muestras de solidaridad y apoyo del resto de centros de producción en España a la plantilla jerezana, no sólo rechazó la oferta del comité, sino que dejó entrever a los representantes sindicales que ahorrarán tiempo y esfuerzos con propuestas que no serán atendidas porque "el cierre de Jerez es irrevocable".

En palabras del presidente del comité, Antonio Alba, "la empresa nos ha dicho a todo que no y ha llegado un momento en el que era un diálogo de sordos, por lo que decidimos solicitar el receso hasta la semana que viene para centrarnos en las movilizaciones".

La mayor parte de los esfuerzos se dirigirán ahora a los preparativos de la manifestación del día 12 de noviembre en Sevilla, con la que la plantilla quiere "forzar la situación" para que el consejero de Empleo -Antonio Fernández- o el presidente de la Junta -José Antonio Griñán- "hagan algo que cambie la situación", señaló Alba.

Por lo sucedido ayer en la mesa de negociación, el presidente del comité entiende que "hablar ahora con la empresa no tiene mucho sentido". "Nos han robado la cartera con su anuncio, que nos ha dejado helados y sin capacidad de respuesta", apostilló.