Vuelta a Worthing

Emigraron, consiguieron trabajo y lo dejaron para volver a lo que creían era un paraíso · El próximo octubre Silvia y Francesco vuelven a trabajar en Inglaterra

Juan P. Simo

28 de abril 2011 - 08:08

¡Que levante el dedo el barqueño que no haya trabajado en tierra extraña! La vida del vecino de La Barca siempre ha sido así: de un lado a otro, de culo inquieto, sin pausa pero con prisas, un pueblo valiente que tiene en Mallorca su prolongación. Baste un ejemplo: Roque Valenzuela, sin ir más lejos, el alcalde socialista que ha desafiado a la alcaldesa jerezana de su mismo signo por la penuria de sus arcas y ha llegado a protagonizar huelgas de hambre y otras acciones de presión, fue un gran emigrante, un emigrante de los de entonces antes de entrar en política. En los tiempos de maricastaña estuvo trabajando en una empresa en una base norteamericana de Alemania. Allí nació Silvia, la única de sus hijas. Y tuvo al segundo, un varón, cuando fue destinado a otra base en Sudáfrica, arreglando turbinas aquel ‘manitas’ de Roque. Por tanto, ¿quién no ha dejado alguna vez La Barca para buscar fortuna fuera? La mayoría.

Una de esas personas fue Silvia. Era mediados de 2005. Silvia Valenzuela Pinto contaba con 29 años. Se prometió que no desperdiciaría su juventud en el campo. Quería nuevos aires. Cogió un avión y, sin conocer una palabra de inglés, se plantó en Londres. Y apareció en Worthing, un pueblo de unas 95.000 almas, al sur de Inglaterra, muy cerca de Brighton. A Worthing la conocen por la ‘Sunny Worthing’, por ser la zona más soleada de Inglaterra. En Worthing, la vida es tranquila, un paraíso para el jubilado y los negocios de hostelería se multiplican por sus calles.

En el restaurante ‘Connaught Leisure’ Silvia trabajó durante cinco años. No fue mal la aventura. Al negocio de hostelería, Silvia añadía algún dinerillo extra haciendo tareas domésticas en la casa en que se encontraba alquilada. En esa casa conoció a su actual novio, un italiano de nombre Francesco Angione.

Francesco no parece italiano. Su madre es natural de las islas Seychelles, lo que le da un aire indefinido. Francesco se crió en Milán, viajó de aquí para allá, pero cuando cayó en la cuenta de que aquel modesto y problemático barrio milanés era un camino sin salida, hizo como Silvia: Se lió la manta a la cabeza y apareció en Inglaterra, donde le esperaba un trabajo en la hostelería. Era un día de octubre de 2006, cuando no había aflorado ningún síntoma de la crisis. Francesco viajó hasta Londres y desde Londres a Worthing. En 2007 se conocieron Francesco y Silvia y, un año después, nació la niña Lila. Dice Silvia que compaginar su trabajo con el cuidado de la niña no le supuso gran problema. “El Estado te protege. La maternidad es casi un año en tiempo por pocos ingresos y, algo mejor, mantienes tu trabajo y te reintegras en las mismas condiciones”.

La pequeña Lila les obligó a volver. Bueno, Lila y un mundo mejor donde educar a la niña. Cuando la pareja volvió de Inglaterra a La Barca, ya entrados en la crisis, ni la pedanía ni Jerez les procuraba trabajo. Y la paga que, cada fin de semana, recibía Francesco por su trabajo en la hostelería, nunca era suficiente. “Recorrí con currículums todos los hoteles de la avenida”, recuerda Silvia. “No hubo manera”. Buscar y buscar. Hasta que decidieron volver. “Volveríamos a nuestro antiguo trabajo”. Francesco se encargó de los trámites. Habló con el chef del restaurante, Alberto Castro, y les aseguró el trabajo que tenían. El próximo octubre, junto a su hija Lila, los Angione volverán a Worthing y, con ello, a iniciar una vida nueva.

Los Angione vuelven ahora a Inglaterra, al paraíso de Worthingh. Lo hacen con el dominio de tres idiomas: español, inglés e italiano. Lila ha crecido, podrá ir a un colegio inglés. Silvia y Francesco seguirán trabajando.

(En la actualidad y, por más que se ha intentado, no se ha podido cifrar un censo exacto del número de emigrantes o retornados a su ciudad. La mayor parte de los emigrantes tienen como destino Mallorca. Muchos de ellos, por falta de trabajo, están volviendo a sus lugares de origen) .

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