Adiós a un periodista de raza: muere Jerónimo Roldán

“Habría que ponerle un monumento. Porque mérito, lo que se dice mérito, amén de mucho aguante, lo tiene todo”. Así se refería Juan Pedro Simó al hablar de Jerónimo Roldán Rosa en una entrevista publicada en Diario de Jerez 2014 cuando por aquel entonces se postulaba como Hijo Predilecto de la Ciudad.

Desgraciadamente, la mala baba de algunos en Jerez, cainita y envidiosa, como dice mi amigo Castaño, evitaron aquello hasta que el actual gobierno local aprobó su nombramiento hace apenas mes y poco. Fue seguramente, porque así lo entendía él, uno de los días más felices de su vida, un 26 de julio de 2025, igual que aquel homenaje brindado por la APJ unos días antes.

Hoy lloramos su pérdida, y tanto en el mundo del deporte, como en el del toro, pero sobre todo de la sociedad jerezana en general, sentimos su muerte como una noticia dolorosa.

Su corazón dejó de latir al filo del mediodía tras pelear bravamente, como los buenos toreros cuando el toro no es del todo idóneo, durante varios meses contra un cáncer que fue mermándole físicamente, pero al que plantó cara de la mejor forma posible, siempre mirando con optimismo al futuro, sin perder nunca la actualidad y sobre todo con una sonrisa en el rostro.

Jerónimo Roldán Rosa, de 78 años, creció en una familia adinerada. El trabajo de su padre, constructor, le permitió cursar sus estudios en Los Marianistas, pero, al contrario que el resto de hermanos, nunca le gustó heredar la profesión de su progenitor.

Como muchos otros grandes nombres del periodismo, su vínculo con la información llegó sin pensarlo, pero siempre tuvo claro que era su oficio ideal. Con apenas 17 años, Alejandro Daroca le dio su primer trabajo en La Voz del Sur, el punto de partida de una extensa carrera en la que pudo desarrollarse como profesional, desempeñando distintas funciones.

Apenas cuatro años después, en 1968 se enroló en ABC, donde estuvo bajo las órdenes de Montero Galvache, alternando las delegaciones de Jerez y Sevilla. Fruto de aquella época fueron sus aportaciones en el mundo del fútbol, siguiendo especialmente al Xerez CD y al Jerez Industrial, los dos grandes referentes históricos de la ciudad, pero también del flamenco, siguiendo numerosos actos relacionados con el arte jondo, y por supuesto, el mundo del toro, con el que desde niño había tenido relación, pues su tío, Antonio Roldán, regentó durante años el famoso Bar Volapié, justo enfrente del antiguo matadero de La Asunción.

En esa misma época, Jerónimo pasa a colaborar con Radio Jerez gracias a la insistencia de Antonio Pérez Sauci y Carlos Vergara, una casa en la que trabajó hasta 2001, abordando la actualidad local, especialmente con aquellos programas deportivos ‘Simultáneo’ o ‘Carrusel matinal’, acompañado por el inolvidable Antonio Merino, y en el programa Los Toros de la Cadena Ser (desde 1972), logrando gran reputación a nivel nacional.

Su última etapa profesional la desempeñó en Onda Jerez, concretamente desde 2001 hasta 2014, otra casa en la que, además de ganarse el cariño de todos, fue pieza importante a nivel informativo y con su programa de toros.

Jerónimo Roldán fue uno de esos periodistas de raza: “A mí no me lo enseñó nadie”, reconocía, al igual que insistía en la importancia de “tener iniciativa”. “Lo que más me molesta es escuchar a algunos decir: ¡‘Hoy el día está tieso!’ Pues busque usted, dele vueltas”.

En su día a día, reconocía que “luché mucho contra la rutina”, y como buen periodista conocía la ciudad “desde todos los sitios”.

Jeromo o Momo para muchos fue siempre una persona querida y respetada en todos los ámbitos, pero quizás lo que más llamaba la atención al hablar con él, era su extraordinaria memoria, pues era capaz de recordar con exactitud la fecha de la alternativa del Ciclón de Jerez o el autor del gol del Xerez CD en un partido del año 62.

“Acércate Jerónimo. Es a ti al que tengo el honor de brindarle la muerte de este toro porque eres un tío positivo para la fiesta”. Con estas palabras le brindó un toro Paquirri en el año 82 en Jerez, demostrando ese respeto y cariño mencionado, algo similar a lo que le sucedió con José Tomás (una persona muy introvertida) en el año 2000, cuando le acompañó a una tertulia en El Puerto. De todo ello, presumía con entusiasmo.

Roldán recordaba siempre con nostalgia aquella vez que le envió al gran Matías Prats el pregón del Trofeo Carranza, para que escribiese el suyo, aquella entrevista con Alfredo Di Stéfano en la que ‘La saeta’ le atendió con amabilidad, rompiendo todos los tópicos que hablan de una persona agria, o sus miles de experiencias en Fiestas de la Bulería o en las plazas de distintas localidades.

Suya fue también la idea de crear el Trofeo Manuel Deportista, que durante más de tres décadas fue un clásico del fútbol base en Jerez.

Fue un hombre de fe, seguidor exacerbado de la Virgen del Carmen y las Hermandades de la Amargura y Vera Cruz.

Pésames por su muerte

La muerte de Jerónimo Roldán ha provocado mensajes de tristeza y cariño hacia su persona desde todos los niveles.

El Ayuntamiento mostró su pesar nada más conocer la noticia, al igual que instituciones como la APJ, la Cátedra de Flamencología o hermandades como la Vera Cruz o la Amargura.

Compañeros de profesión también han hecho públicas sus condolencias, al igual que muchas personalidades del mundo del toro, que han querido dedicarle su último adiós.

Sus restos se encuentran en el tanatorio de la zona sur y el sepelio por su descanso eterno será este miércoles 10 de septiembre a las 12 horas en la Basílica de la Merced, para ser trasladado posteriormente al Cementerio de la ciudad.