El aeropuerto de Jerez coordinó este jueves un simulacro de accidente aéreo, con el objeto de evaluar los procedimientos establecidos en su Plan de  Autoprotección y poner a prueba la capacidad de respuesta de los  colectivos que participarían en la atención a una emergencia de este tipo. Fue imposible hacerlo de forma personal, como otros años (haga click aquí) y se afrontó de forma telemática.

Todos los aeropuertos de Aena disponen de un Plan de Autoprotección,  destinado a minimizar las consecuencias que tendría un accidente aéreo  o cualquier otro incidente en las instalaciones aeroportuarias, garantizando  el cuidado de las vidas humanas y la continuidad de la operatividad.

Dicho plan se mantiene actualizado mediante la celebración de simulacros  generales de emergencia aérea cada dos años y de simulacros periódicos  parciales. El ejercicio de hoy se enmarcaría en el primero de los dos grupos,  aunque todos persiguen el mismo fin: analizar los tiempos de respuesta de  los colectivos implicados, tanto internos como externos, y optimizar la coordinación entre todos ellos. 

Desarrollo del simulacro 

A diferencia de lo que se hace habitualmente, y como medida preventiva  contra el Covid-19, el simulacro no se ha desarrollado de forma presencial en el aeropuerto, sino sobre plano y por conexión telemática. Durante la conexión, se ha incorporado la delegada del Gobierno de la Junta en Cádiz, Ana Mestre.

El guion del ejercicio ha tenido como escenario un avión que, tras despegar,  colisiona contra el terreno fuera del perímetro aeroportuario. Como  consecuencia del impacto, la aeronave sufre daños estructurales, lo que  provoca un gran derrame de combustible y su posterior incendio. Entre el pasaje, compuesto por 89 personas (cuatro de ellas, miembros de  la tripulación), se registran 20 fallecidos, ocho heridos muy graves, otros  tantos graves, 13 leves, 39 ilesos y un desaparecido.

Nada más ocurrir el suceso, la torre de control alerta al Servicio de Extinción  de Incendios (SEI) del aeropuerto y al Centro de Coordinación  Aeroportuaria (Cecoa), que activa el Plan de Autoprotección, declarando la  alarma general y activando al 112.  

Tras recibir el aviso, los bomberos se habrían desplazado al lugar del  accidente, con el objeto de controlar el incendio en el área crítica, acceder  a la cabina del avión, extinguir las llamas en su interior, ventilarla y rescatar  a los ocupantes que no hubieran podido salir de ella por su propio pie.  

Una vez culminada la evacuación del avión, los efectivos sanitarios habrían  procedido a clasificar a los heridos, con el fin de determinar la urgencia que  requería la atención médica para cada uno de ellos. 

Los heridos graves serían trasladados a un centro hospitalario, mientras  que los pasajeros ilesos o con heridas leves habrían recibido cuidados  sanitarios y atención psicológica en una sala habilitada a tal efecto en el  mismo aeropuerto.  

Se activaría otra sala para atender a los familiares de las víctimas, también  asistida por psicólogos y la figura del PECO (Persona de Contacto para  atención a familiares y víctimas). 

Colectivos participantes 

La realización de este simulacro ha sido posible gracias a la implicación de  los diferentes colectivos, tanto de Aena como de organismos y entidades  externos, que participarían en la atención a una emergencia aeronáutica. 

En cuanto a los medios internos, han intervenido los bomberos del SEI, el  Centro de Coordinación Aeroportuaria, señaleros, personal de Servicios  Aeroportuarios, personal sanitario y otros empleados de Aena, además de  la torre de control, vigilantes, compañías aéreas, empresas de handling, el  servicio de atención a Personas con Movilidad Reducida (PMR) y Cuerpos  y Fuerzas de Seguridad del Estado presentes en el aeropuerto. Respecto a los externos, han participado Emergencias 112 Andalucía, el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) y la Empresa Pública de  Emergencias Sanitarias (061).