Una americana estudia denunciar al hospital de la base de Rota
La expolicía Rose Turner asegura que la ignoraron cuando sufría un ataque cardíaco
Viendo a Rose Marie Turner tendida en una cama del hospital de Jerez hablando de forma sosegada, midiendo sus palabras y con una sonrisa casi permanente, cualquier diría que esta mujer acaba de vivir una experiencia cercana a la muerte. Pero la ha vivido, concretamente la semana pasada, cuando sufrió un ataque al corazón por el que no quisieron atenderle en el hospital de la base naval de Rota, el más cercano a su vivienda, ya que ella reside en la localidad gaditana. Una vez trasladada a Jerez ha estado una semana en la UCI, días durante los que asegura que la han tratado perfectamente.
En el estado tan grave en el que se encontraba el día del ataque al corazón, el compañero de Rose Marie la llevó hasta el hospital de la base naval de Rota, donde "no me dejaron entrar por no ser militar", relata, algo que considera "inadmisible, pues cualquier persona que toca a la puerta de un hospital debe ser atendida". Por ello, Rose Marie asegura tajantemente que "voy a denunciar a los militares que no me dejaron pasar y lucharé hasta conseguir que este hospital debe de ejercer como tal y se investigue este caso para que no vuelva a repetirse, porque ¿a cuántas personas le han hecho lo mismo que a mí?", se pregunta.
La estadounidense, a pesar de seguir ingresada en el hospital de Jerez, ya se ha puesto manos a la obra para pedir responsabilidades por este asunto, y asegura que su caso, además de salir en un informativo de Nueva York, ya ha sido puesto en manos de sus dos abogados y del senador de Nueva York.
Rose Marie se cuestiona qué hubiera pasado si la hubieran estabilizado en la base de Rota, pues según cuenta ella misma, "no soy tan joven, pero tampoco tan vieja como para morirme por algo así, y lo cierto es que he estado a punto".
Aunque la cara le cambia al hablar de su estancia en el hospital jerezano, donde asegura que "no hay enfermeros ni médicos, sino santos". "En este hospital me han salvado la vida, empleando unos tratamientos que han debido costar un dineral y que debería haber pagado el hospital de Rota y no éste", afirma agradecida.
Lo que resulta anecdótico es que ésta haya sido la primera vez que ha estado ingresada en un hospital, porque Rose Marie no es que haya tenido un trabajo tranquilo precisamente. A pesar de haber nacido en Puerto Rico, estuvo durante toda su infancia en Nueva York. Con apenas 20 años sirvió para el ejército estadounidense como enfermera de guerra, ejerciendo posteriormente en la guerra del Golfo. Luego estuvo 8 años de su vida investigando homicidios en la policía de Nueva York y se jubiló en 1998 tras recibir una puñalada en el vientre durante una reyerta familiar.
A España llegó poco después de los atentados del 11-S, con el objetivo de "encontrar mi corazón, porque allí lo perdí", como ella misma relata entre sollozos, pues ese fatídico día perdió a muchos amigos bomberos y policías.
Tras varios años en Marbella, donde regentó dos restaurantes, lleva dos años viviendo en Rota "porque me enamoré de un sanluqueño", con el que vive, alejada de su hijo y de sus dos nietos.
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