40 años en la hostelería

En los tiempos que corren, debido a la coyuntura económica, es muy difícil trabajar en un solo sector. Existen pocas personas que puedan presumir de ello y sobre todo en Jerez. No es el caso de Pedro Aguilar Capote, una persona muy conocida en Jerez, sobre todo en la zona céntrica, por su simpatía y que cumple 40 años trabajando en el duro sector de la hostelería.

Este camarero tan carismático cuenta con una larga trayectoria en este sector tan difícil. Bar Alegría, Barbiana o el Mesón Restaurante La Cueva son algunos lugares donde ha podido encontrárselo atendiendo de una forma rápida, de ahí su apodo de 'el camarero veloz'. Actualmente se encuentra trabajando en la Cepa de Oro.

En este largo periodo le ha dado tiempo para que le ocurran las más dispares anécdotas, como cuando los clientes le preguntan por cualquier gestión y él no sabe que responderle. Incluso ha atendido a clientes especiales como el que quiere fino de una marca de vino determinada o el que no quiere comida de una persona extranjera. "Antes estos casos te quedas sorprendido por las rarezas de algunos clientes".

Sin embargo Pedro piensa que el cliente siempre tiene la razón y es "soberano porque es el que te da de comer". Comenta que pese a que algunos no puedan ser agradables, "hay que atraerlos y nunca espantarlos". Tan sociable e ingenioso es que entabla relación muy pronto con sus consumidores habituales. "Tengo amigos de todos lados debido al verano que estuve en un bar en Chiclana". Esa naturalidad le ha ayudado a que, pese a tener un puesto fijo, le lluevan ofertas de trabajo en la costa gaditana durante el verano.

Además este camarero jerezano resalta la dureza de su trabajo, ya que "son muchas horas y ahora no está bien remunerado económicamente. Yo ahora gano menos dinero". Pedro cree que es lógico que el empresario se aproveche tanto de la situación económica actual como del gran número de parados existentes. "Si alguien no quiere esas condiciones, se busca a otra persona y así sucesivamente. Los hosteleros prefieren a gente joven sin experiencia porque con ellos tienen que pagar menos seguro".

Asimismo cree que por ese motivo es más difícil para las personas de mediana edad encontrar trabajo en cualquier bar, restaurante o catering. "Yo he tenido suerte porque soy muy conocido aquí en la ciudad y conocen como trabajo".

Pese a todos los obstáculos, sobre todo por el bache del año 2012 en el que estuvo parado un par de meses en nuestra ciudad, no se arrepiente de haber dedicado toda su vida a este gremio y no haber estudiado. Aunque, en algunas ocasiones, se le hace bastante duro porque no le puede dedicar todo el tiempo que quiere a su familia. "En Semana Santa apenas veía a mis hijos por las largas jornadas de trabajo en los bares". Pedro reconoce entre risas que sus hijos entre el Jueves Santo y el Viernes Santo le llegaron a preguntar más de una vez "mama ¿quién es este hombre?". Miles de historias, anécdotas de este entrañable jerezano que puede presumir de que nunca "lo han despedido por hacer mal su trabajo". "Siempre he sido yo el que se ha ido porque no han mejorado mis condiciones laborales o porque tenía otra oferta en mano", concluye el jerezano.