El candidato de Adelante Andalucía en Jerez, Carlos Fernández, ha mostrado su “indignación y temor” ante la anunciada apertura por parte de la Junta de Andalucía de un expediente sancionador al Ayuntamiento de Jerez por el “deterioro histórico” que sufre el Archivo Municipal.

Para Fernández, “existe una dejación manifiesta de responsabilidad por parte del gobierno de Mamen Sánchez, también compartida por los anteriores mandatos de María José García Pelayo y por Pedro Pacheco”, en la medida en que, “siendo sus instalaciones provisionales desde el año 1987, una vez que se instala en el edificio de la Alameda del Banco, nunca ha existido un política archivista responsable que, entre otras cosas, localizara un espacio definitivo, digno y seguro para los legajos que se custodian y que asegurase unos recursos anuales apropiados para su mantenimiento de acuerdo a la disciplina archivística”. 

Fernández lamenta la “falta de liderazgo” de la alcaldesa y “su incapacidad para tomar medidas y reunir alrededor de una mesa a las distintas administraciones y establecer una alternativa responsable y compartida entre las cinco administraciones implicadas: Unión Europea, Gobierno central, Junta de Andalucía, Diputación de Cádiz y el propio Ayuntamiento de Jerez”.

Por ello, Adelante Andalucía Jerez propone “una mesa urgente, a sabiendas de que se trata de una cuestión con una normativa de custodia, conservación y mantenimiento muy específica marcada por la Ley de Archivos de Andalucía y adscrito al Sistema Andaluz de Archivos”.

Para el candidato de la formación andalucista de izquierdas, la situación del Archivo Municipal, “es un lamentable episodio más del cúmulo de situaciones desastrosas que vive la gestión cultural en Jerez, de forma que su pobre y repetitiva labor que se ha querido ocultar tras el humo de la capitalidad europea de la cultura y tras la puesta en marcha del Museo de Lola Flores”.

En esta línea, “este hecho no nos sorprende y basta recordar la actitud de brazos caídos ante Asta Regia, el esperpento de enseñar ruinas a la ciudadanía en el Palacio Riquelme, la lejanía que mantiene la ciudad con respecto a las visitas a la Cartuja, la posibilidad de un uso puntual pactado de algunos de sus espacios no privados, el cierre en la práctica del Callejón de los Bolos y de la Sala Compañía, la deuda acumulada e imprevista de la Fundación Fundarte, el abandono del cine Astoria, la desigual apertura de las bibliotecas de barrio, la privatización del convento del Espíritu Santo, la cesión de espacios públicos municipales para museos particulares, el deterioro progresivo del Torreón de la calle Muro o la tibia celebración del 150 aniversario de la puesta en marcha de la primera biblioteca municipal y pública de toda Andalucía”.

Finalmente, Fernández no ha escondido su “temor” ante “la posibilidad de privatización de servicios que todas estas omisiones esconden en la política patrimonial y cultural del Ayuntamiento”. Incluso, ha apuntado “la posibilidad objetiva de que, si no se inician medidas inmediatas, los fondos jerezanos pudieran ser trasladados a Cádiz bajo la tutela de la Junta, a través de su Archivo Histórico Provincial”.