El progresivo incremento de usuarios que, año a año, tenía el servicio municipal de autobuses urbanos se vio truncado el pasado año debido a la pandemia del coronavirus. Las limitaciones de movilidad así como la reducción de los aforos de los vehículos (con una menor frecuencias de paso en todas las líneas, incluida) propició que en 2020 el transporte público jerezano apenas contara con algo más de 2,6 millones de viajeros, un 52% respecto a los contabilizados en 2019.

A pesar de que el año comenzó con un incremento respecto al precedente, según se recoge en la memoria de gestión aprobada por el consejo de administración de Comujesa, la empresa municipal que gestiona este servicio, la primera declaración de estado de alarma para tratar de contener la pandemia eliminó cualquier buena previsión halagüeña. De este modo, y debido a la pandemia, se ha roto una tendencia alcista en el número de usuarios de este servicio desde que fue municipalizado por el Ayuntamiento en 2012.

Esta drástica caída de usuarios tuvo su lógica repercusión en los ingresos del servicio. Así, si en ejercicios precedentes la mercantil municipal obtenía en torno a dos millones de euros por la venta de billetes, el pasado año apenas recaudó 960.000 euros.

De este modo, la subvención municipal se reafirmó aún más como el principal sustento de este servicio; no en vano, durante el pasado año se incrementó en un 8% (pasó de 9,6 a 10,4 millones de euros). Por otro lado, sí hubo una reducción del 11% en el coste total del servicio situándose en los 11,1 millones de euros. La mayor rebaja se produjo en los gastos de personal que ascendieron a 8,6 millones de euros aproximadamente.

Mientras, los aprovisionamientos de este servicio (compra de combustible, fundamentalmente) también se redujeron ante los recortes en el servicio. Así, se gastó unos 505.000 euros (un 31% menos) en combustible unos 275.000 euros en gas (un 23% menos).